Por Gary Silverman
Un creciente número de compañías en EEUU están evitando realizar campañas de mercadeo dirigidas a consumidores latinos por temor a ofender a los partidarios “racistas” del presidente Donald Trump, afirmó la presidenta de la Asociación Hispana de Agencias de Publicidad (AHAA, por sus siglas en inglés).
Linda Lane González, cuyo grupo comercial representa a 45,000 ejecutivos de mercadotecnia, medios e investigación, dijo que este cambio ha sucedido mayormente en compañías más pequeñas que sólo estaban en las primeras etapas de esos esfuerzos y que han abandonado o pospuesto sus planes.
Según la Sra. Gonzalez, Viva Partnership, su compañía con sede en Miami, ha visto cómo cuatro empresas — dos minoristas, un grupo financiero y un fabricante en México — han cancelado sus campañas para el mercado hispano en EEUU desde la elección del Sr. Trump.
“Me han dicho que están preocupados sobre si éste es el momento para enfocarse en mercados minoritarios debido al — y así lo describieron — “nuevo ambiente político”, añadió la Sra. González.
“Yo estoy en contacto con muchas agencias medianas de publicidad hispana y todas han pasado por lo mismo. Todas hemos perdido aproximadamente entre tres y cuatro clientes debido a este nuevo clima político, el cual yo describo como racismo abierto”.
La Sra. González afirma que la mayoría de las compañías más grandes que han estado involucradas en el mercado hispano durante más tiempo han mantenido su nivel de gasto publicitario dirigido a cerca de 57 millones de hispanos estadounidenses. Añadió que estas compañías probablemente ganarán más participación de mercado si persiste la actitud reacia de sus competidores.
“Las compañías que están abandonando el mercado van a sufrir las consecuencias”, ella afirmó. “Es muy difícil dejar el mercado y volver a entrar porque los hispanos son muy leales y si tú no eres leal, ellos tampoco lo serán”.
Ya que el crecimiento de la población latina en EEUU está sobrepasando la mayoría de los demás grupos, ganarse la lealtad de esta comunidad se ha vuelto un elemento crucial de las estrategias de crecimiento corporativo en categorías de consumo que abarcan desde coches hasta cosméticos.
Pero la Sra. González dice que el clima empresarial cambió rápidamente después de la victoria del Sr. Trump en noviembre con su plataforma de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados y la construcción de un muro en la frontera entre México y EEUU.
Algunos anunciantes, añadió, han comenzado a preocuparse de que los clientes y empleados que votaron por el Sr. Trump tal vez se molesten por la señalización bilingüe, la capacitación en diversidad cultural y otras técnicas utilizadas para alcanzar a consumidores latinos. Uno de ellos preguntó si su centro de llamadas debería seguir ofreciendo una opción de servicio en español.
“Es el cambio más dramático que he visto en mi carrera; sucedió en cuestión de semanas”, afirmó la Sra. González quien lleva 25 años trabajando en la industria publicitaria y abrió su propia compañía hace 20 años. “Desde las elecciones, el racismo en mi nivel empresarial se ha vuelto galopante y totalmente abierto”.
Ella asevera que el ánimo discriminatorio es más aparente en el medio-oeste y sudeste de EEUU donde hay menos inmigrantes latinos y donde la mayoría de ellos trabajan en empleos de bajo nivel en sectores tales como la industria agrícola.
Las divisiones culturales son menos evidentes en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Miami, donde los hispanos tienen un mejor nivel de vida y están más establecidos, añadió.
“Espero que esto sea sólo un punto en el radar”, afirmó la Sra. González. “Tal vez tome un año para ver cómo se va a resolver la situación y para que las compañías más audaces tomen la decisión correcta”.
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