China avanza un paso más en su estrategia para dominar la cadena de valor del coche eléctrico. El gigante de las baterías Contemporary Amperex Technology Co. Limited (CATL), proveedor de marcas como Tesla, BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen, presentó en el salón del automóvil de Shanghái una batería de iones de sodio que comenzará a producirse a gran escala a finales de 2025. La apuesta por esta tecnología responde a una necesidad clave de la industria: abaratar los costos y reducir la dependencia de materias primas escasas y costosas, como el litio, el níquel y el cobalto.
Las nuevas baterías, denominadas “Naxtra”, alcanzan una densidad energética de 175 Wh/kg, una cifra cercana a las baterías de litio-ferrofosfato (LFP), muy comunes en modelos chinos. Pero su principal ventaja está en la materia prima: el sodio es un elemento abundante y barato, distribuido globalmente, lo que permite una cadena de suministro más estable y menos expuesta a tensiones geopolíticas o especulación.
Según CATL, las baterías de sodio podrían ser entre un 20% y 30% más baratas que las de litio, lo que permitiría reducir el precio de los vehículos eléctricos. Esta batería ofrecería hasta 500 km de autonomía para modelos 100% eléctricos y 200 km en híbridos enchufables, con buen desempeño incluso en condiciones extremas: mantiene más del 90% de su carga a -40°C.
Gao Huan, director de tecnología de CATL para el sector automotriz, afirmó que “el futuro de las baterías será múltiple”, anticipando una convivencia de distintas químicas según el uso y el segmento del vehículo. En línea con esa visión, CATL también presentó un sistema híbrido denominado Freevoy Super Hybrid, que combina dos tipos de baterías en un mismo coche, con la promesa de extender la autonomía total hasta 1.500 km. Esta batería auxiliar no utiliza grafito, lo que representa otra innovación en la reducción de costos y espacio.
El desarrollo de estas tecnologías tomó más de una década, según la empresa, y forma parte de una carrera global por reducir el precio final del coche eléctrico, hoy todavía inaccesible para muchos consumidores fuera de China y Europa.