1. El desayuno nos delata
Si el día empieza desordenado probablemente siga desordenado y eso genera probablemente tiempos de comida con excesos y desequilibrios.
2. Cuidar el peso
Quienes desayunan llegan a la hora de comer con menos hambre y suelen picotear menos durante la mañana. Es más probable perder peso si se desayuna y se realiza un mayor número de comidas pequeñas, que si no se desayuna y luego se ingiere el mismo número de calorías totales, pero solo en 2 o 3 ingestas al día.
3. Hay que variarlo
No se trata de hacer horario semanal como hace Sheldon en The Big Bang Theory, pero hay que evitar la rutina. Si los almuerzos y cenas no son todos iguales tampoco deberían ser los desayunos.
4. El desayuno europeo/americano está bien, pero si sus otras costumbres son también europeas
Puede resultar muy apetecible, pero comer por la mañana huevos revueltos, yogurt con cereales, fruta y pan, etc. solo estaría correcto si el almuerzo y demás comidas del día fueran súper livianas, sino no se justifica una concentración calórica así.
5. Se puede dividir en dos tomas
Debe ser el 25% de la ingesta diaria de calorías, pero no es necesario tomarlas todas de golpe. Se puede hacer en dos fases. "La primera se haría en casa y a media mañana para completar, el resto.
6. Levantarse sin hambre se puede arreglar
La excusa de no desayunar antes de salir de casa porque nos levantamos sin hambre se puede corregir. Muchas veces esto viene motivado porque cenamos mucho y muy tarde y porque nos vamos a la cama en seguida. Levantarse con tiempo para estimular el apetito también es importante, así como tomárselo con calma: No se puede obligar a nadie a hacer un gran desayuno. Hay que empezar poco a poco para ir introduciendo los alimentos sin forzar.
7. Combate el estrés y mal humor
Quizás no lo notes, pero ¡tu compañero de trabajo puede sufrir las consecuencias! Después de 8 o 10 horas sin comer, nuestro organismo sufre un déficit de glucosa –principal combustible– por lo que al no desayunar le obligamos a quemar otras reservas energéticas, lo que causa alteraciones en el organismo. Éstas producirían decaimiento, falta de concentración y mal humor.
8. Hay que aprender desde niños
Primero porque sin desayuno baja el rendimiento escolar y después porque los niños que desayunan habitualmente con sus padres tienen más probabilidades de continuar con este hábito en su etapa adulta.
9. “Tomo un mate, te o café antes de salir…”
¡No! Si solo toma una infusión, no está desayunando. Está reponiendo líquidos, pero no cortando el ayuno.
10. Desayunar en casa ayuda a ahorrar
El precio de un café, un jugo de naranja natural y una tostada en cualquier cafetería vale tres veces más que en casa.
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