El panorama macroeconómico de Paraguay se mantiene sólido y con señales de fortalecimiento, según el más reciente informe del Departamento de Investigación Macroeconómica de Itaú Unibanco. La entidad destacó que el inicio del tercer trimestre mostró un repunte significativo de la actividad, con el IMAEP creciendo 1,2% en julio tras la contracción de junio. En términos interanuales, el indicador se expandió 5,3%, impulsado por servicios, manufactura, construcción, electricidad y ganadería, aunque la agricultura sigue limitando un mayor avance.
En este contexto, Itaú mantuvo su previsión de crecimiento del PIB en 4,3% para 2025, aunque advierte que el ritmo actual introduce riesgos al alza. El consumo privado continúa siendo el motor principal de la demanda interna, respaldado por una confianza del consumidor que volvió a superar la línea de 50 puntos en agosto.
La inflación anual subió a 4,6% en agosto, frente al 4,3% de julio, y llevó al banco a revisar su proyección para 2025 desde 4,0% hasta 4,2%. No obstante, la reciente apreciación del guaraní debería contener parte de las presiones sobre los precios de los bienes importados. El Banco Central del Paraguay (BCP), por su parte, mantuvo la tasa de política monetaria en 6,0% por decimoctavo mes consecutivo, reafirmando su compromiso con la estabilidad.
Otro de los puntos relevantes es el frente cambiario. Itaú ajustó su pronóstico de tipo de cambio desde G./US$ 7.750 a 7.400 hacia fin de año, en línea con un dólar global debilitado y la valorización de monedas emergentes.
En cuanto a las cuentas fiscales, el déficit acumulado a 12 meses bajó a 2,5% del PIB en agosto y se proyecta en 1,9% para 2025, consistente con la Ley de Responsabilidad Fiscal. La reciente inclusión de bonos soberanos en índices internacionales de renta fija fortalecerá la demanda y podría reducir los costos de financiamiento en el mediano plazo.