En Paraguay no existen estudios consolidados acerca del costo laboral −que incluye otros ítems, como los beneficios sociales−, aunque sí se puede tener una aproximación a partir de los datos estadísticos oficiales, como los del Instituto Nacional de Estadísticas, que a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) calcula el salario promedio de los trabajadores.
De acuerdo a los datos de la EPH correspondientes al segundo trimestre de 2018 al salario promedio de un empleado u obrero del sector privado era de G. 2.520.500 o US$ 442, a precios de junio de ese año (G. 5.700 por 1 US$, en promedio), mientras que en nuestro subcontinente el sueldo medio total (no solo el del sector privado) más alto es el chileno, con US$ 1.138.
Uno de los aspectos que se resaltan habitualmente como atractivo para los inversionistas es el bajo costo de la mano de obra paraguaya, aunque al mismo tiempo se difunde que el sueldo mínimo se encuentra por encima de otros países de la región. El salario mínimo vigente en el país es de G. 2.283.324, o US$ 335, superior a México (US$ 256), Colombia (244), Perú (233), Argentina (233) y Brasil (214).
Al respecto, Hugo Royg recalcó que “es cierto que no estamos entre los países con los salarios mínimos más bajos de salarios mínimos, pero lo que sí tenemos bajo es el salario promedio”. La cuestión es: ¿Son decisivos estos datos para el inversor que quiere radicar una empresa en el país?
Según el experto, un inversionista extranjero tiene en cuenta varios elementos para determinar en qué país arriesgar su capital. “En primer lugar está la ubicación estratégica; buscan que el país esté cerca del mercado o cerca de los insumos, lo que significa que ese país o sus vecinos puedan comprar mucho; además del acceso a energía eléctrica, hierro, acero o lo que sea”, refirió.
Otro elemento que tienen en cuenta es que el país sea competitivo en términos de costos. Es ahí donde la variable de la mano de obra es importante, pero no solamente lo que va a demandar en término de salarios, etc., sino que también tienen peso las capacidades del capital humano.
Un tercer elemento tiene que ver con la estructura tributaria, o en qué medida el país es atractivo porque tiene costos competitivos razonables a nivel tributario. Y un cuarto elemento es la estabilidad, sea social, política o económica, o que no cambien las reglas, lo que requiere además contar con fortaleza institucional.
Royg puso como ejemplo el caso siguiente: “Hoy es más rentable abrir un call center en Chile que en Paraguay porque a pesar de tener los salarios más altos hay una ventaja que tienen sobre nosotros, que es el manejo de idioma; en Chile la gente de un call center habla varios idiomas. El costo laboral es un factor importante, pero es relativo, depende del sector”, señaló.
Teniendo en cuenta que esos cuatro elementos son claves para que un inversor tome una decisión, el salario mínimo “es uno de los elementos, pero no es el elemento; hace mucho que en algunos aspectos estamos bien. La pregunta es ¿por qué no vienen? No es que si subimos los salarios no van a venir; no están viniendo, pero por otros factores”, adujo.
Bajo costo laboral ¿qué tanto interesa a quienes quieren invertir en Paraguay?
La mano de obra barata suele esgrimirse como una de las ventajas que ofrece Paraguay a los inversionistas, entre otros indicadores favorables que ofrece el país. Pero ¿es determinante, o en qué medida lo es, a la hora de elegir dónde instalar una empresa? El economista Hugo Royg, socio fundador de Mentu y consultor, respondió a esta pregunta.