Cardus destacó que el mercado inmobiliario alcanzó un rol protagónico dentro de la economía paraguaya. Señaló que, actualmente, la demanda de inversión inmobiliaria en el país ronda los US$ 800 millones, lo que refleja el atractivo que Paraguay genera tanto para inversores locales como extranjeros. “Recibimos un fuerte movimiento de capital que viene no solamente de Sudamérica, sino también de Europa. La búsqueda de oportunidades se expandió con mucha fuerza este año”, indicó.
Al analizar las principales tendencias del sector, Cardus mencionó tres ejes que marcaron el 2025: una creciente profesionalización del sector inmobiliario, el notable incremento en la demanda de alquileres y la revalorización de los terrenos como refugio de capital. Explicó que las zonas con mayor nivel de servicios, infraestructura corporativa y desarrollos habitacionales concentran la mayor presión de demanda, y que en varios barrios de Asunción y Gran Asunción se registra escasez de oferta en alquileres tradicionales y temporarios.
El asesor detalló que los precios de alquileres registraron un incremento aproximado del 10 % en comparación con el año anterior. “Una propiedad que se alquilaba en G. 3.000.000 hoy alcanza fácilmente G. 3.300.000”, apuntó. Este comportamiento genera oportunidades interesantes de rentabilidad, especialmente para quienes buscan ingresos estables a corto y mediano plazo. Además, Cardus señaló el crecimiento de zonas como Shopping del Sol, Recoleta, Villa Morra y las áreas en expansión planificada de Gran Asunción, Ciudad del Este y Encarnación.
En cuanto a precios por metro cuadrado, el consultor explicó que la variación se refleja con fuerza en áreas consolidadas. Comentó que el valor de departamentos terminados en la zona del Shopping del Sol ronda los US$ 2.000 por m², mientras que terrenos en ubicaciones estratégicas pueden alcanzar los US$ 1.000 por m², impulsados por la alta demanda para desarrollos verticales y corporativos. En zonas emergentes, como Bururuya, Trinidad y Primer Presidente, el valor de la tierra registró incrementos significativos en los últimos meses.
Respecto a la financiación, Cardus señaló que los proyectos promedian 30 meses de financiación sin intereses durante el período de construcción, mientras que algunas desarrolladoras ofrecen modalidades propias con tasas cercanas al 10 % anual en dólares y plazos de hasta cinco años. Esta alternativa resulta atractiva para inversores extranjeros que encuentran mayores dificultades para acceder a créditos bancarios tradicionales.
El especialista también resaltó el auge de los desarrollos mixtos, que combinan vivienda, comercio y servicios. “Cuando una zona integra esos tres elementos, logra un desarrollo integral con mejores proyecciones de rentabilidad. El Shopping del Sol es un caso emblemático y consolidó el eje corporativo más fuerte de Asunción”, comentó. Agregó que zonas como Recoleta, Villa Morra, Las Mercedes, Barrio Jara y el centro histórico avanzan con fuerza hacia convertirse en nuevos polos inmobiliarios estratégicos.
Invertir en proyectos inmobiliarios no solo impulsa el crecimiento urbano y económico, sino que también genera impacto directo en la generación de empleo. El sector de la construcción empleó a 221.275 personas en el tercer trimestre, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), demostrando que el desarrollo inmobiliario funciona como motor social y económico para Paraguay.
Finalmente, sostuvo que el 2025 representa un momento oportuno para invertir, siempre con planificación y un análisis estratégico del perfil de inversión. “El mercado continúa sólido y ofrece oportunidades reales para quienes buscan rentabilidad, seguridad y crecimiento patrimonial. Con un plan adecuado, este es un gran momento para entrar”, concluyó.