Para Mersan de Gásperi, más allá de los beneficios puntuales, el mensaje al mercado es que Paraguay reafirma su intención de sostener en el tiempo sus regímenes especiales, una señal fundamental para quienes evalúan invertir en el país.
Maquila: el ingreso formal de los servicios
Uno de los cambios más relevantes es la renovación de la Ley de Maquila, cuya principal innovación es la incorporación de la maquila de servicios. Esto permitirá que empresas de call centers y de tercerización administrativa, contable o de recursos humanos se instalen en Paraguay para prestar servicios al exterior.
“El objetivo central de la reforma era justamente incluir la maquila de servicios”, explicó el abogado. Como ejemplo, mencionó el caso de Nestlé, que ya opera en el país con más de mil funcionarios, brindando desde Paraguay servicios administrativos y de soporte a sus oficinas en otros países de la región.
Además, la nueva ley incorpora mecanismos para agilizar procesos internos y optimizar la operatoria diaria del régimen. Para Mersan de Gásperi, cuando un país renueva un régimen especial, le está dando al inversor una señal de estabilidad. “Eso genera previsibilidad jurídica, que es uno de los factores fundamentales para decidir una inversión”.
Incentivos a la inversión: financiamiento y trato igualitario
Otra normativa importante es la actualización de la Ley de Incentivos a la Inversión (60/90). Entre las principales novedades, se destaca la posibilidad de que los bienes de capital importados puedan ser incorporados a fideicomisos como garantía de préstamos, algo que antes estaba prohibido por ley.
Esto permite que quien invierte en una fábrica pueda importar maquinaria sin pagar aranceles ni IVA, acceder a financiamiento y, al mismo tiempo, ofrecer garantías sólidas al sistema financiero.
La ley también introduce un cambio esencial en términos de equidad, ya que presenta la exoneración del impuesto a la distribución de utilidades por 10 años para inversiones superiores a US$ 13 millones, beneficio que ahora se extiende también a los inversores nacionales. Antes, esta exoneración estaba reservada exclusivamente a capitales extranjeros.
Ensamblaje tecnológico: más industria y empleo
El tercer componente destacado es la ley de ensamblaje de productos tecnológicos y electromecánicos, inspirada en el régimen automotriz que impulsó el ensamblaje de motocicletas en Paraguay.
La norma busca que productos como televisores, lavarropas, electrodomésticos e incluso celulares ingresen al país en partes para ser ensamblados localmente, generando así empleo y mayor competitividad. Los bienes producidos bajo este régimen podrán comercializarse con un IVA reducido del 4,5%, beneficiando a importadores, fabricantes y consumidores finales.
Energía alternativa: abrir el mercado al sector privado
Finalmente, Mersan de Gásperi destacó la nueva ley de generación y comercialización de energía alternativa, que habilita al sector privado a producir energía y venderla tanto a la ANDE como a grandes consumidores.
Hasta ahora, la legislación no permitía este esquema, lo que desalentaba inversiones. “Nadie va a invertir en una actividad si no puede comercializar lo que produce”, resumió. La norma apunta a diversificar la matriz energética y anticiparse a un escenario en el que la energía abundante ya no es infinita.