Dopamina visual: qué es y cómo usar el diseño maximalista sin perder el mensaje

(Por BR) Estamos ante una era de mucha ansiedad digital, inflación y sobreinformación, igualmente los jóvenes buscan conceptos, diseños, contenidos alegres, autenticidad, algo que les genere una conexión.

El diseño dopamínico/maximalista viene acompañando este pedido con colores inesperados, cero espacios en blanco, patrones caóticos. Sobre este tema, Guillermo Sosa, docente universitario y director de arte, compartió los límites, desafíos y qué tal útil puede ser o si solo es una moda superficial.

Aunque el maximalismo no es un fenómeno nuevo, el auge de herramientas digitales y la facilidad de acceso a recursos visuales lo democratizó. “Hoy es más fácil producir imágenes que antes. Antes requerías tiempo, talento y medios; ahora podés definir un estilo gráfico con guías y plantillas, y eso facilita el uso del maximalismo como herramienta de diseño”, explicó Sosa.

El maximalismo se caracteriza por la sobrecarga visual: múltiples elementos, colores vibrantes, tipografías ornamentadas y una composición que busca impactar de inmediato. En apariencia, es lo opuesto al minimalismo, pero ambos comparten un mismo reto, que es lograr el equilibrio visual sin perder el mensaje.

El problema, según Sosa, es que muchas marcas utilizan el maximalismo como una estrategia superficial para captar atención, pero descuidan el fondo del mensaje. “Esos contenidos dopaminicos que buscan solo estimular, no tienen profundidad y no perduran. Están mal aplicados porque priorizan lo llamativo por encima de lo comunicacional”, afirma con claridad.

Llamar la atención es, sin dudas, necesario en un ecosistema visual hipercompetitivo, pero no es ni debe ser el único objetivo del diseño. “La finalidad del diseño gráfico, de la publicidad o la comunicación no es simplemente destacarse. Es conectar con una necesidad, comunicar un mensaje y representar la identidad de una marca”, remarcó.

Uno de los errores más comunes que detectó Sosa en el uso del maximalismo por parte de las marcas es adoptar la tendencia por el simple hecho de que está de moda. “El problema no es el maximalismo en sí. El problema es usarlo porque es tendencia, sin pensar si responde realmente a lo que la marca necesita”, dijo.

Para él, el proceso debería ser detectar primero la necesidad real de la marca, su contexto, su audiencia, su canal de comunicación, y recién ahí elegir el estilo visual más apropiado.  En cambio, hay contextos donde una tendencia sí puede ser útil. “Las promociones, por ejemplo, son piezas efímeras que pueden beneficiarse de estilos de moda, siempre que se apliquen a tiempo. Si ya todo el mundo la está usando, probablemente ya estés llegando tarde. Hay que saber anticiparse”, sugirió.

El diseño maximalista, mal aplicado, puede resultar invasivo, agotador o incluso confuso. La línea entre lo exuberante y lo caótico es muy fina. El secreto está en la composición y en el criterio técnico-estético con el que se dispone cada elemento.

“Hay quienes creen que el maximalismo es meter muchos colores y elementos al azar. Pero componer una imagen equilibrada, armónica y funcional requiere criterio. Hay que saber decidir qué colores usar, cómo distribuir los elementos, qué jerarquías visuales establecer. Eso no se logra sin planificación ni sin criterio técnico”, indicó Sosa.

Sosa también subrayó un punto fundamental, el estilo no debe anteceder al concepto, sino surgir de él. “Primero hay que pensar en la idea, en el mensaje. Luego, definir el estilo o el recurso visual. Recién después se trabaja la composición. Es un proceso con muchas capas”, puntualizó.

Así, tanto el minimalismo como el maximalismo pueden convivir dentro de una misma marca, siempre que haya un propósito claro detrás. “Ambos pueden funcionar. Todo depende del mensaje que querés dar. Lo difícil es usar el recurso adecuado para comunicarlo con claridad y estética”, afirmó.

Los Pozzi: Padre e hijo unidos por una pasión sobre ruedas que nunca se apaga

La pasión por las motos no se hereda solo con palabras, se vive, se siente, se transmite con el ruido de los motores, en el olor a combustible, las llantas que se gastan con cada kilómetro y en el viento acariciando la cara durante un viaje sobre ruta compartida. Es así como lo vivieron, durante años, Fernando y Carlos Pozzi, padre e hijo que encontraron sobre ruedas mucho más que una afición, sino que una forma de estar juntos, crear lazos y construir recuerdos de ser un dúo inseparable.

Grupo Luminotecnia y Darko sellan alianza: inauguran oficinas y un showroom que ilumina el sector

El pasado miércoles 11 de junio inauguraron oficialmente sus oficinas y espacio de experiencias en el país, ubicadas sobre la Av. Aviadores del Chaco 2665, con un evento exclusivo que reunió a referentes del rubro, arquitectos, diseñadores y desarrolladores.  El evento contó con la presencia destacada del arquitecto Nicolás Caggiani, del reconocido estudio internacional de arquitectura Gómez Platero, quien compartió su visión sobre cómo la iluminación puede transformar la experiencia espacial y potenciar la narrativa de cada proyecto.

Exportar desde Paraguay es el sueño posible que todavía enfrenta muchas barreras, ¿por qué?

Salir a vender al mundo sigue siendo una meta lejana para muchas empresas paraguayas, pero no por falta de productos, sino más bien por falta de condiciones. Martín Ruiz, responsable del Centro de Promoción Internacional de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), ve de cerca esta problemática y dice que exportar no es solo empacar y enviar. “No es solamente tener un producto interesante, es saber profesionalmente a qué mercado se quiere llegar”.

Empresas industriales ya pueden acceder al nuevo crédito del BID (línea de US$ 1.000 millones)

En marzo de este año, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció un plan para inyectar US$ 1.000 millones en Paraguay durante los próximos 12 meses, a través de su brazo financiero, BID Invest, con el objetivo de dinamizar el desarrollo industrial mediante el financiamiento al sector privado. La inversión contempla proyectos que van desde energías renovables y la cuenca láctea hasta logística, barcazas e industrias forestales.

Más papa local y menos importaciones: apuntan a duplicar la producción (con 41% más de toneladas)

(Por SR) En los campos paraguayos, una revolución silenciosa avanza bajo tierra. Se trata de la papa, un cultivo de alto consumo y tradición, que ahora se abre paso como una alternativa rentable para la agricultura familiar campesina. Liderado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el proyecto impulsa un ambicioso plan para duplicar la producción nacional, reducir la dependencia de importaciones y generar un impacto económico palpable en más de una decena de departamentos.