Según Regier, Codipsa duplicó el volumen de venta dentro de Paraguay; sin embargo, la satisfacción es relativa porque no hay suficiente almidón para cubrir la demanda y los precios de las materias primas están altos. El ejecutivo recordó que el sector agropecuario sufrió bastante por las sequías del 2020 y del 2021.
"Como consecuencia, la mandioca no se pudo desarrollar bien en esa época y algunos productores tuvieron que plantar dos veces", apuntó Regier. La situación se revirtió entre febrero y marzo de este año, cuando empezaron las lluvias. "Hoy las plantaciones en Caaguazú y San Pedro, principalmente, están muy bien", celebró el ejecutivo.
Igualmente, la realidad es que los productores que hoy están cosechando la mandioca cultivada en el primer semestre del año pasado tienen un rendimiento de 20% por debajo de lo habitual. Además, el producto posee un bajo contenido de almidón en raíz.
"Las siembras que se hicieron en el segundo semestre del año pasado están pendientes de cosecha y estamos expectantes al rendimiento que nos arroje", remarcó. Por otra parte, la demanda total del almidón está en constante crecimiento y muchas industrias no pueden cubrir todas las solicitudes que reciben.
El contexto descrito por Regier se sintetiza en un precio récord para los productores, que a su criterio tampoco es sostenible en el tiempo. "Estamos pagando entre G. 850 y G. 900 por kilo, mientras que el precio histórico es de G. 300 a G. 330", puntualizó.
Sobre la realidad de Codipsa, el directivo recordó que la compañía produce el 60% de todo el almidón del país y exporta el 80% de su producción. El año pasado enviaron 16.000 toneladas a EE.UU., aunque ahora las exportaciones están mermando.
Los clientes de Codipsa en EE.UU. pertenecen principalmente al rubro de los alimentos para animales domésticos y la industria de panificados. "Estamos invirtiendo para ampliar nuestro portafolio de clientes, por lo que agrandamos la fábrica para producir almidón de maíz para chipa y pan de queso", reveló el directivo.
Por último, aclaró que aunque la economía esté liberada en comparación con los últimos dos años, la incertidumbre sigue y en mercados prósperos como el de EE.UU., solamente están teniendo una previsibilidad de un mes, por lo que se complica proyectar el futuro del mercado.