El análisis global presume una aceleración de la conversión digital, un ahorro doméstico más abierto al gasto, y cambio de hábitos que buscan experiencias en lugar de cosas.
El informe revela cinco factores fundamentales que seguirán dando forma a la economía mundial: el ahorro y el gasto, las cadenas de suministro, la aceleración digital, los viajes globales y una creciente lista de riesgos económicos.
Señala el artículo que se observará el gasto de los ahorros acumulados por los consumidores en los primeros años de pandemia, lo que podría contribuir a un crecimiento de tres puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2022. Según el estudio, durante el 2021, las tasas de ahorro de los hogares casi se duplicaron.
Se espera que el exceso de ahorro en México sea de $ 7.762 millones, mientras que en Brasil se aproximaría a R$ 1.172 billones.
Asimismo, estará comprometida la cadena de suministro, que se verá reducida por el crecimiento de los servicios, rezagados tras el confinamiento que dio lugar a la adquisición de más bienes que servicios. La pandemia hizo que el gasto en bienes pase del 39% a cerca del 47% en su punto más alto.
En cuanto al aspecto de la digitalización, el 20% de la transición a digital en el comercio minorista se mantiene. Las suscripciones de comercio electrónico ganaron terreno en 2021: casi 88% de los países, de 32 mercados, vieron aumentar sus servicios de suscripción en comparación con el año anterior.
Los viajes pasarán de ser internos a de larga distancia con las nuevas aperturas esperadas tras el avance de la vacunación y la eliminación paulatina de restricciones en algunas partes del mundo. En este sentido, el informe afirma que la recuperación del turismo será sostenida.
No obstante, su continuidad dependerá de la contención de las variantes del Covid-19, que son el principal motivo por el que no se viaja. Sin embargo, el reporte de Mastercard apunta a un rápido repunte en los viajes nacionales y de corta distancia.
Entre los riesgos que supone el cumplimiento factible de estas proyecciones se encuentra el tambaleo del precio del petróleo, acantilados fiscales en las economías avanzadas y guerras arancelarias internacionales.
“A nivel mundial, el crecimiento económico, los avances en materia de vacunas y las transformaciones digitales que tornaron más resilientes a las empresas grandes y pequeñas, siguen dando forma al futuro”, indicó Bricklin Dwyer, economista jefe de Mastercard y director del Instituto de Economía de Mastercard.
En este contexto, manifestó que prevén un alza en la demanda de los consumidores y esperan que el poder adquisitivo crezca, y que la economía de la experiencia resurja.
En Paraguay
A nivel local, otros factores inducen a la estimación del poder adquisitivo. El analista MBA, Stan Canova expresó que a nivel país “el principal riesgo no es que ómicron cause una fase cero”, con respecto a la crisis sanitaria desatada por el Covid-19.
Al margen de la crisis sanitaria, la macroeconomía podría resentirse como efecto de la sequía y el alza del petróleo.
Algunos factores que podrían incidir a futuro en toda la cadena de suministros es la amenaza latente del aumento del valor del combustible, agudizada con la crisis entre Rusia y Ucrania, que podría derivar en el encarecimiento del crudo a nivel global.
A su vez, los efectos del alza del gas repercuten en toda la población porque de vuelta toda la economía estaría afectada por cierto grado de inflación que se prevé con estos riesgos.
El coste de la canasta básica familiar sufriría incrementos al igual que el transporte público, el salario mínimo valdría menos. Y a esto se suma la crisis climática que golpea fuerte en Paraguay con la reducción de exportaciones de commodities que se verán reflejados en los índices del Producto Interno Bruto (PIB).
En otro orden, citó a la sequía y los incendios forestales que presionarían al alza del dólar.
“La sequía y los incendios (provocados) ponen en jaque el ingreso de divisas que podría presionar a la alza al dólar y está de más decir que si al agro la va mal, el PIB no tendrá resultado bueno para las perspectivas del Banco Central del Paraguay (BCP) y de los analistas”, resumió.
Otros factores que mencionó el analista son los tributarios y ejemplificó que la Secretaría de Estado de Tributación (SET), no quiere eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC).
Por otro lado, dijo que la Dirección Nacional de Aduanas no quiere eliminar los aranceles para combustibles.
Consideró que estas dos últimas peticiones darían “un enorme alivio” y ventaja a las proyecciones macroeconómicas, incluso impactarían menos en la inflación.
Agregó que el dólar es la moneda de resguardo número uno, por lo que la incertidumbre, quizá se reflejará en el resguardo de esta moneda por parte de los consumidores.