La planta, ubicada en la ciudad de Ypané, es una de las más avanzadas y nuevas de Sudamérica, tiene equipos automáticos de última generación y está instalada en Paraguay hace siete años. Para el recorrido nos recibió la gerente general, Adriana González y aclaró que “los productos Montana son 100% producidos por manos paraguayas, todos los funcionarios son paraguayos, menos yo”, dijo con una sonrisa la gerente general, quien además reveló que Pinturas Montana decidió expandirse de Venezuela a otros países hace siete años, instalando una planta en República Dominicana y Paraguay, además está presente en Bolivia y Panamá.
“Elegimos instalarnos en Paraguay porque el presidente de la junta directiva de Montana es paraguayo de nacimiento y también porque el país está estratégicamente ubicado en el sur. Nos interesa desarrollarnos en la región, y en Paraguay hay beneficios fiscales, arancelarios, geográficos y buena mano de obra”, explicó Adriana.
En un enorme galpón están ubicadas las materias primas, las cuales están distribuidas con un enfoque de seguridad para el trabajador y el medioambiente. “Importamos la materia prima de diversas partes del mundo como España, Estados Unidos, Brasil y Tailandia, por las especificaciones que tienen nuestros productos y porque tenemos un requerimiento corporativo de seguridad”, manifestó.
Producción
Según la gerente, el proceso productivo inicia con la mezcla de los ingredientes, basado en la fórmula, el orden de producción y las cantidades que indica el lote solicitado. “Esto es similar a una cocina, los empleados de la fábrica preparan todos los ingredientes antes de entrar a la sala de producción y luego se ponen a mezclar. Todo lo que se va procesando en las máquinas va como información a un centro especial integrado y automatizado que sirve para controlar el proceso”, añadió la directiva.
Antes de pasar por las máquinas dispensadoras, el jefe de laboratorio toma una muestra del color para ver si es que coincide con el patrón original de la pintura, para asegurarse de que cumple con la calidad y el tono establecido.
Las dispensadoras se encargan de disponer el producto final en los baldes, del etiquetado y el tapado, mientras un personal controla que todo esté en orden. Adriana sostuvo que las dispensadoras se usan de manera exclusiva para cada tipo de pintura, es decir, no se puede mezclar una línea de base solvente de pintura con una que es a base de agua.
La planta de Pinturas Montana es muy eficiente, según Adriana, y cuenta con 33 personas distribuidas en todos los departamentos de la fábrica. Cada máquina puede ser controlada por un solo empleado. Un punto a recalcar es que la compañía implementa en su fábrica un sistema de limpieza automático que consiste en que unas jeringas vayan atrayendo todo el líquido que queda en las máquinas, de esta manera se optimiza el uso de los recursos.
Mientras que los residuos no aprovechables pasan por un proceso de reciclaje gracias a unas plantas de agua que hacen que esa materia prima pueda volver al medioambiente sin causar daño.
El laboratorio
En esta parte de la fábrica se realiza el control de calidad y chequeo. El laboratorio cuenta con los mismos equipos que la planta, solo que en versión miniatura.
Para sacar las muestras, el jefe de laboratorio debe revisar el perfil del pedido de pintura, basado en fórmulas teóricas y luego procede a realizar las pruebas. Si la muestra cumple con los parámetros de calidad, se introduce a un pequeño recipiente que mide su estabilidad, poniéndolo bajo una prueba de temperatura para asegurarse de que la pintura pueda durar la misma cantidad de años que dice en la etiqueta del envase.
Posteriormente, la misma muestra pasa a un simulador de clima, que verifica si puede cumplir tres etapas de 12 horas, con rayos UV, lluvia y humedad. De esta manera se analiza si la pintura puede cumplir con los 3 a 5 años de resistencia a la intemperie que establece Pinturas Montana para sacar a la venta el producto. Por último, se mide la resistencia al daño de la pintura con un cepillo mecánico
Y para asegurarse de que el color tenga siempre estabilidad, utilizan un sistema francés y un colorista va controlando que la pintura tenga tono ideal.
Líneas de pintura
La fábrica de Pinturas Montana produce una línea llamada AV 2000 y otra elastomérica, ambas son premium. También poseen una intermedia denominada Depincor y las más accesibles son ABC y Cubremax.
“El mercado paraguayo aún tiene particularidad de que el pintor es quien decide qué pintura usar, esto se da porque las personas no conocen sobre pinturas”, afirmó Adriana. Además, independientemente a que haya pinturas más baratas que otras, la compra depende del tipo de uso que se le va a dar y de lo que se necesita en ese momento, “no siempre tiene que ver con el precio”, sostuvo.
Montana también produce en su fábrica de Ypané impermeabilizantes, impermeabilizantes elastoméricos, enduidos, selladores, acabados, pinturas para metales y barnices. De igual manera, venden y producen pinturas de la marca Alba por tener una alianza con dicha empresa desde hace dos años.
Franquicias
“Tenemos una red de franquicias que se llama Tiendas Montana, acompañamos a emprendedores en lo que tiene que ver con lo técnico, con el mercadeo y las ventas”, contó Adriana.
Según la ejecutiva, Pinturas Montana tiene gran potencial en Asunción y Gran Asunción, y por el momento están presentes en Encarnación, Villarrica y próximamente en Caazapá.
“Las personas que tienen la franquicia deben cumplir ciertos requisitos para vender nuestro producto, como, por ejemplo, tener espacio considerable para mantener las pinturas. Las franquicias reciben nuestros productos con financiación de hasta 120 días y les brindamos mostradores y un mueble para prueba de pinturas”, concluyó.