“Cumplimos tres años en el mercado, y pensamos que ya era hora de algunos cambios. Quisimos remodelarnos porque el local nos quedaba chico y no había posibilidad de crecimiento. Debido a que estamos dando mayor énfasis al restaurante, suspendimos momentáneamente el servicio de la tienda y la huerta orgánica. Sin embargo, pueden contactarnos para hacer sus pedidos de la huerta o tienda y buscarlos del local”, aclaró Carlos Díaz Meyer, propietario del emprendimiento.
El planteamiento culinario que incorpora Alma Zen abarca platos internacionales, que, además de ser elaborados sobre la base de productos orgánicos, busca expandir la gama gustativa y aromática que su público ya conoce.
Carta de estreno
Si bien el establecimiento mantiene los finger foods dentro de su carta, como sándwiches, hamburguesas, pizzas y samosas, en respuesta a la buena aceptación que siempre han registrado; el flamante menú introduce recetas de la gastronomía internacional poco exploradas localmente, muchos fermentos, muy saludables para la microbiota intestinal, y rescata elementos de la cocina paraguaya. Fieles al espíritu de la casa, las variadas preparaciones son ideales para quienes prefieren una alimentación sana, conforme manifestó Díaz Meyer.
“Tenemos el thai green curry, plato tailandés hecho con albóndigas de garbanzos con arroz basmati; también tablas para compartir –una hindú y otra árabe–, ensaladas y postres nuevos, y opciones típicas pero repensadas, como lasaña de mandioca y volcán de mbeju”, describió.
A la reciente propuesta de Alma Zen, se suman numerosas alternativas aptas para celíacos, diabéticos e hipertensos. “Seguimos sirviendo dos menús del día: el buddha bowl, consistente en cereales, legumbres, verduras, semillas, germinados; y la secuencia del día, con entrada, fondo y postre”, contó el emprendedor de profesión arquitecto.
Por su parte, el catering es un work in progress en el que piensa incluir mucho finger food. “Vamos a experimentar con los ingredientes frescos, la materialidad, la textura y la presentación, sobre todo, para insertar en el mercado un catering saludable de primer nivel”.
Casa rediseñada
De cara a doblar la capacidad del establecimiento y dotarlo de mayor iluminación, el local pasó por un redimensionamiento y rediseño arquitectónico. “Echamos paredes, abrimos ventanas, pintamos de blanco, colocamos pisos nuevos, y en el patio, hicimos un pergolado con ysypo (lianas)”, sintetizó Díaz Meyer.
“La capacidad se duplicó; ahora caben 50 personas sentadas bajo techo, antes solo cabía la mitad y sin tantas comodidades”, remarcó.
En términos de decoración, predomina el estilo minimalista de la apuesta aún inconclusa, pues el dueño de casa planea montar, más adelante, una colección pictórica y fotográfica con piezas de varios artistas paraguayos que abordan la naturaleza, como temática.
“Nuestra estética apunta más al silencio interior que al ruido. Queremos que la gente venga y se desestrese, que se conecte con su aquí y ahora, con su alimento-medicina y que entienda los mil y un beneficios de estar conectado con aquello que nos permite vivir”, puntualizó finalmente Carlos.
Pedidos orgánicos
Pese al cese temporal de la tienda, Alma Zen continúa comercializando frutos orgánicos, como verduras, frutas, hortalizas, productos saludables, aceites vegetales y fermentos; pero por pedido. Los interesados pueden escribir al (0984) 978-763.
Sobre Alma Zen
Alma Zen es un emprendimiento gastronómico del arquitecto Carlos Díaz Meyer, que funciona desde julio del 2015. El restaurante se especializa en platos orgánicos y saludables, cuyas propuestas invitan al comensal a contemplar al alimento como medicina. Cuenta, además, con una huerta orgánica que ofrece frutas, verduras y hortalizas agroecológicas, y todo tipo de productos frescos de alta gama.