El Mercosur sigue siendo el eje central de la inserción internacional paraguaya. Brasil es, dentro del bloque, el socio más sensible y estratégico. No solo concentra el mayor volumen de exportaciones paraguayas, sino que además es un mercado clave para la industria, la energía y el agro. A esto se suma la relevancia de Itaipú, un activo energético y financiero determinante para la macroeconomía. “Brasil es nuestro principal socio comercial y cualquier variación en esa relación tiene un impacto inmediato en el desempeño económico del país”, explicó el MBA y consultor Andrés Filartiga.
Argentina ocupa el segundo lugar como socio comercial y cumple un rol logístico fundamental al ser el principal canal de salida al mar para la producción paraguaya. Más allá de los vaivenes políticos y económicos, la relación sigue siendo estratégica. Filartiga señaló que “la hidrovía y el comercio con Argentina son estructurales para Paraguay, porque definen costos, tiempos y competitividad de nuestras exportaciones”.
El Mercosur, como bloque, aporta además el marco institucional que permite a Paraguay negociar en conjunto, acceder a acuerdos comerciales y sostener una inserción internacional previsible. Esa plataforma resulta clave para un país sin litoral marítimo que necesita reglas claras y previsibilidad para atraer inversiones de largo plazo.
La Unión Europea aparece como otro socio relevante, tanto por razones económicas como sociales. España es el segundo país con mayor cantidad de inmigrantes paraguayos después de Argentina, lo que genera un vínculo humano y económico permanente. A nivel de bloque, la UE representa mercados de alto valor agregado, con estándares exigentes pero con alto poder adquisitivo. “Europa es clave porque nos abre la puerta a mercados premium y obliga a mejorar la calidad de nuestra producción”, sostuvo Filartiga.
Estados Unidos ocupa un lugar central en la estrategia económica y geopolítica. Es una fuente decisiva de financiamiento, inversión y respaldo político. El reciente logro del grado de inversión se vincula directamente con la confianza de los mercados financieros internacionales, especialmente del mundo anglosajón. “Los capitales más importantes van a venir de Estados Unidos y su órbita, y además nos brinda protección geopolítica”, afirmó el consultor.
En esa misma lógica se inscriben las relaciones con Israel y Taiwán, que responden principalmente a un alineamiento estratégico con Washington. Filartiga advirtió que, si Paraguay se desvía de ese eje, corre el riesgo de perder respaldo clave en un mundo cada vez más polarizado”.
Asia también se posiciona como una región de oportunidades, especialmente con economías desarrolladas como Singapur, Corea del Sur, Malasia, Tailandia y Japón. Son mercados nuevos donde Paraguay puede crecer en exportaciones y, al mismo tiempo, captar inversiones productivas.
Bolivia y Chile completan el mapa de aliados estratégicos. Ambos son fundamentales por su rol logístico y de integración regional, especialmente para el comercio y la conexión con el Pacífico.
En este contexto, el presidente de la República, Santiago Peña, pidió a los embajadores y cónsules del Paraguay mantener una mirada cercana y una presencia activa junto a los compatriotas residentes en el exterior. Durante la tercera reunión de jefes de misión diplomática, realizada en el Aula Magna del Banco Central, el mandatario instó a reforzar el vínculo con la diáspora paraguaya como parte integral de la política exterior.
Peña alentó a los funcionarios a ir más allá de sus responsabilidades formales y a convertirse en un punto de encuentro para la comunidad paraguaya en el exterior, agradeciendo el trabajo realizado y pidiendo redoblar esfuerzos ante los desafíos futuros. Finalmente, reafirmó la postura del país en los espacios multilaterales y la defensa de los intereses nacionales, en línea con una diplomacia orientada al desarrollo económico.