El nombre no es casual, está ligado a la corriente filosófica zen. “Nuestra sociedad está muy extasiada, vive a los apurones, con exceso de ruidos sin contenido. El zen sugiere pausa, retiro, dieta, sobre todo, mental; apunta a la calma, al equilibrio vía la meditación. Vaciando la mente de pensamientos, deseos, del ego mismo; alma, mente y cuerpo encuentran paz y unidad aquí y ahora”, explica Carlos Díaz Meyer, propietario de Alma Zen.
“Buscamos que más gente transicione, que se anime a un viaje de descubrimiento y autoconocimiento a través del alimento, independientemente de qué tribu alimentaria provenga. No importa si se es vegetariano, carnívoro o crudivegano; siempre, pero siempre, podemos alimentarnos mejor y de un modo más sustentable”, acota.
Cuatro unidades de negocio operan en el establecimiento: De La Huerta Orgánica, una proveeduría orgánica con delivery a toda Asunción de la huerta a la puerta de tu local gastronómico o casa; Alma Zen, una plataforma TEC (Tienda, Escuela, Cocina) de Transición Alimentaria Evolutiva, que ofrece verduras y frutas agroecológicas frescas, y todo tipo de productos saludables; brinda información y talleres constantes (el próximo jueves 28 dictará un taller práctico de recetas gluten y sugar free); además del restó ecológico.
LAS EMPRESAS PUEDEN PROMOVER LA CALIDAD DE VIDA DE SUS COLABORADORES
Carlos invita a las empresas a invertir en la salud de sus trabajadores. La fórmula es simple: si ellos optimizan y equilibran su alimentación y sus estados físico, mental y espiritual; la concentración se agudiza, el rendimiento aumenta, todos aprenden, se empoderan, y el capital humano evoluciona junto con la organización.
El paquete es integral, para todo tipo de empresas, pero diseñado conforme las necesidades de cada una y puede incluir: planificación de una alimentación orgánica y nutritiva; experiencias, como arrancar el día meditando, clases de yoga, jardinería y cocina saludable; y coaching sustentable para directivos y colaboradores a fin de transformar literalmente la energía individual, colectiva y la del lugar de trabajo, además de crear cohesión grupal y reducir niveles de estrés y nerviosismo.
Díaz Meyer también se dedica a las consultorías para firmas que busquen incorporar este beneficio. “Los índices de performance cambian para el empleado, que recupera salud y bienestar, y logra mayor efectividad; y para el empleador, que obtiene mejores resultados. Los invito a que prueben por un mes”, expresa.
“PARAGUAY REÚNE LAS CONDICIONES PARA SER POTENCIA MUNDIAL EN EL RUBRO ORGÁNICO”
A Carlos le gustaría introducir este tipo de alimentación en colegios, universidades, nosocomios y en el ámbito deportivo.
“Globalmente y en Paraguay, los datos son alarmantes: uno de cada nueve paraguayos tiene diabetes, el cáncer aumentó 30 % en tres años por el uso de pesticidas, más del 50 % de la población presenta sobrepeso y el 40 % está desnutrida”, ilustra Carlos.
“El Estado da mayor importancia al agronegocio, mientras los efectos de la deforestación son alarmantes; solo el 6 % de nuestro territorio se utiliza en agricultura. Si desde el Estado se apoyara la producción orgánica, el panorama sería otro”, dice. “Somos bendecidos con una tierra excesivamente fértil, regada por mucha agua, única, y sin embargo, la deforestamos para el monocultivo”, lamenta, al enfatizar: “Paraguay reúne las condiciones para ser potencia mundial en el rubro orgánico. Es una pena que no haya políticas de Estado; esto seguirá empeorando, este modelo no es sostenible en el tiempo”, aseveró.
CONOCÉ ALMA ZEN
Alma Zen se inauguró en julio del 2015, pero su propietario debutó en el sector alimentario antes, con De La Huerta Orgánica, cuyos servicios ya mencionamos.
Carlos Díaz Meyer es arquitecto, trabajó en Washington DC, y antes de su regreso no planificado a Paraguay vivió en La Gran Manzana, donde también incursionó en gastronomía. Al notar que en nuestro país había mucho por hacer, cambió Nueva York por Areguá, para instalar un hostal ecológico, que finalmente no sucedió. Pero en 2011 tomó un curso de Permacultura que cambió su destino.
“Mi encuentro con la Permacultura fue iluminador e intenso; marcó el comienzo de mi proceso hacia el vegetarianismo. Durante el curso, por primera vez, llevé una dieta netamente vegetariana por 10 días y realmente pude notar sorprendentes cambios en mi cuerpo y en mi estado general”, relata.
Así, compró una combi para transportar hortalizas y verduras orgánicas, dando nacimiento a De la Huerta Orgánica. Carlos fue uno de los impulsores de este tipo de negocios, vigente hasta hoy.
En el 2013 Carlos se volvió vegetariano y empezó a practicar yoga, con un maestro muy especial, lo que cerró el círculo. Abrazando por completo este mundo decidió abrir Alma Zen, un lugar muy concurrido hoy, cuyo estilo sereno y natural se refleja en los platos y en la ambientación y cuyo objetivo es que el comensal se conecte con el momento de alimentarse.
¿QUÉ PODÉS ENCONTRAR EN ALMA ZEN?
La carta fija prevé desayuno, almuerzo, merienda y cena. Diariamente hay dos menús: el ECO, llamado Budha Bowl, que incluye algún cereal, legumbres, vegetales, semillas, germinados, una rodaja de pan de campo de masa madre casero y agua saborizada; por G. 25 000. El Eje, llamado Secuencia del día, de tres pasos: entrada, fondo y postre, por G. 70 000. El costo de los planes semanales es menor.
“Buscamos que ambos menús sean equilibrados nutritivamente”, señala Carlos. Alma Zen no emplea refinados, procesados, microondas ni frita, y sobre todo, utiliza ingredientes orgánicos y naturales de alta calidad.
Un plus: podés almorzar y, de paso, comprar productos orgánicos y frescos. Aparte, hay delivery de almuerzo, catering para eventos particulares y corporativos, talleres y asesoramiento empresarial. Pronto, habilitará la hora del desayuno y la cena, y estrenará carta.
MÁS DATOS
Dirección: Cerro Corá 1736 c/ Rca. Francesa
Horario: de 11:00 a 16:00 horas
Consultas: (0984) 978-763
Correo electrónico: almazen.py@gmail.com
@Alma Zen(facebook.com/AlmaZenPy)