El último paso en esta evolución lo ha dado la coreana LG de la mano de su modelo LG EG920V: el primer televisor con tecnología OLED y resolución 4K que se pone a la venta en España. Con un tamaño de 55 pulgadas y un grosor de 4 milímetros, presume de ofrecer unos negros 200 veces más profundos que los televisores LED, un contraste un 30% superior y ser 1.000 veces más rápido.
Negros de verdad
OLED es el acrónimo de Organic Light-Emitting Diode (diodo orgánico de emisión de luz), una tecnología completamente distinta a LCD. La diferencia radica en la forma de iluminar la pantalla para crear las imágenes: mientras los televisores LCD necesitan una retroiluminación para que los píxeles se enciendan en grupos, en los OLED cada píxel es orgánico y tiene la capacidad de emitir luz y apagarse por sí mismo. Como se pueden apagan por completo, los tonos negros son realmente negros y uniformes. Aportan un beneficio adicional: cuando un objeto muy brillante aparece en la imagen junto a uno muy oscuro, el primero no derrama ningún halo de luz que aclare el tono del segundo.
Para sacar el máximo partido de este panel, LG ha aplicado una serie de tecnologías encaminadas a mejorar aún más la calidad de las imágenes que proporciona.