A diferencia de lo que sucede en la cita que los organizadores celebran en Barcelona, aquí grandes nombres internacionales como Samsung, LG, o HTC brillan por su ausencia. A pesar de que se trata de una feria mundial, el interés se centra en el universo paralelo que es China, donde la tecnología móvil vive una revolución sin precedentes, pero a su manera. Al fin y al cabo, el gigante asiático ya no es solo la principal base manufacturera de tecnología; también se ha convertido en el mayor mercado mundial y en ese territorio en el que multinacionales como Apple hacen su agosto con cada nuevo modelo. No obstante, hay espacio para una constelación de marcas entre las que no faltan extravagancias merecedoras de una mención. Por eso, hemos seleccionado las tres novedades más extrañas del MWC.
Huadoo V4
Sus cualidades saltan a la vista, pero el director del Departamento de Internacionalización de Huadoo, Tim Zeng, resalta una y otra vez la principal característica de este ladrillo futurista creado por una de las muchas marcas que han nacido en el corazón chino de las manufacturas de electrónica, la ciudad de Shenzhen: "Es 'triple resistente': o sea, que soporta grandes golpes sin dañarse, puede ser sumergido en agua, y el polvo y la arena no lo dañan".
Snail Mobile W3D
Mejor dotado está el hardware del W3D de Snail Mobile, un teléfono que no parece un teléfono. Se mire por donde se mire, es una videoconsola portátil, como la Playstation PS Vita. Con diferentes mandos circulares a cada lado de la pantalla y botones estratégicamente ubicados en las esquinas tanto superiores como inferiores de su cuerpo alargado, es uno de los móviles mejor camuflados del Mobile World Congress.
Zopo Speed 7
El Speed 7 que la marca china Zopo desveló el pasado miércoles no llama la atención ni por su apariencia ni por sus prestaciones. La razón de que esté incluido en esta lista, por lo tanto, hay que buscarla en la publicidad del terminal. Porque ahí está, sonriente, el bicampeón de Moto GP Jorge Lorenzo, quien ha firmado con la empresa china para convertirse en su rostro.