¿Cómo recibiste está premiación de la Bienal de Arquitectura?
Fui un invitado en la Bienal Panamericana, que es una de las premiaciones más antiguas del ámbito. Se celebra cada dos años y tiene una gran tradición. La verdad es que siempre hay un coordinador por cada país; este me instó a presentar trabajos y en la categoría multifamiliar postularon mí obra y salió premiada.
Es una linda sorpresa que tuve.
¿Cómo fue para que inicies con la idea del Edificio Valois? ¿Cuáles son las características?
El edificio Valois es un edificio que apuesta a un sistema constructivo que venimos trabajando hace mucho años, que es el tapial. Consiste en la utilización de tierra compactada, que es un sistema milenario que vuelve a resurgir y por eso me pareció correcto utilizarlo. Estamos en un tiempo en el que debemos revisarnos un poco, principalmente por los problemas que creamos con las construcciones y la polución.
La filosofía de este modelo es volver a recapacitar sobre lo furtivo, para ser más amables, económico y adecuado a un clima como el nuestro.
Al edificio Valois se lo ve bastante rural y optamos por presentarlo en un barrio muy tradicional como Las Mercedes.
¿Es la primera vez que uno de tus trabajos fue reconocido de forma internacional?
Tenemos varios trabajos que trascendieron en bienales, ya fuimos premiados por una vivienda de tierra compactada ubicada en Piribebuy y en la bienal anterior fuimos nominados por otra vivienda.
Recibí también reconocimientos de la Unesco y de otras organizaciones que son importantes en el ámbito.
¿Cómo ves el avance del rubro inmobiliario en nuestro país?
No soy experto en el tema, soy un diseñador. A mí me alarma un poco cuando existe un exceso de la especulación, pero sí es importante crecer cuando las ciudades deben densificarse y vivir en altura, que los barrios den esa posibilidad porque hay más gente y que estas estén cerca de sus trabajos y de servicios sin tener que desplazarse demasiado.
Solamente habría que revisar si lo estamos haciendo de la manera correcta y replantear los negocios si es que vemos que estamos equivocándonos en algo.
¿Hoy existe libertad para probar cosas nuevas?
Creo que estamos preparados para los cambios y las nuevas posibilidades, pero todo eso tiene que ver, al menos en la arquitectura, con el ámbito creativo para adecuarse a una coyuntura marcada por la crisis climática. Hoy vemos materiales que no son los mejores para construir y eso, por ejemplo, repercute en el bienestar de las personas.
¿Tenés pensado nuevos proyectos en los próximos años?
Sí, eso es algo constante. Esperemos que se den las cosas; pienso que sí.
¿Podes contarnos más sobre tu experiencia laboral y formación académica?
Trabajo hace muchos años, tengo un estudio chico. También me dedico a la docencia y fui dictando clases en universidades argentinas, estadounidenses y en otros lugares.
Me siento muy comprometido con una filosofía que cuestiona, por eso trabajo con arquitectos jóvenes en relación a la formación. Tuve experiencia en estudios con colegas y posteriormente comencé a trabajar por mí cuenta.
Además, soy parte de varias asociaciones, lo que es bastante lindo porque nuestro ambiente es muy interesante.