El proyecto surgió en 2023, cuando Silvia y tres colegas, todos ingenieros con experiencia en gestión ambiental, comenzaron a idear maneras de reutilizar materiales que de otra forma serían desechados. “Siempre apuntábamos a poder primero reutilizar. La idea es que nada vaya a parar a los vertederos, sino aprovechar el residuo y convertirlo en recurso”, explicó González Acuña.
La oportunidad llegó cuando una imprenta les ofreció lonas y banners que ya no utilizaban: algunas habían servido para eventos y otras eran errores de impresión, completamente nuevas. A partir de allí, comenzaron a explorar la posibilidad de transformar esos materiales en productos de marroquinería. “Una de mis colegas mencionó que en otro país se hacían productos con este tipo de materiales, y eso me motivó a investigar más”, relató Silvia.
Uno de los grandes desafíos fue la confección, ya que el material es rígido y requiere maquinaria pesada similar a la utilizada en talabartería. Tras varias pruebas, lograron encontrar un artesano que pudiera trabajar con las lonas y, a partir de allí, desarrollaron productos que hoy son solicitados tanto por particulares como por empresas. Durante este año, Mapa - Recircular recibió pedidos de compañías que buscaban regalos corporativos sostenibles, marcando un avance significativo en la comercialización de estos artículos.
El proyecto tuvo un hito importante con la recuperación de más de 800 kilos de telas y lonas utilizadas en el evento ASU 2025. Si bien no se pudo rescatar la totalidad del material, la iniciativa logró aprovechar una porción significativa, “estamos en un proceso lento. La confección lleva tiempo y actualmente contamos con una sola persona para este trabajo, por lo que gestionamos los pedidos de manera escalonada”, señaló Silvia.
La producción sigue un enfoque meticuloso de aprovechamiento, incluso los retazos pequeños generados en la confección se reutilizan para otros fines, como la fabricación de manijas de bolsas, llaveros o empaques. Todo lo que no se puede reutilizar se acopia para ser reciclado, asegurando que nada llegue a los vertederos. “Nuestro objetivo final es cero basuras al vertedero. Ese es nuestro compromiso como Recircular”, afirmó la directora.
Los productos tienen precios accesibles y variados, por ejemplo, los llaveros se venden entre G. 5.000 y G. 7.000, las cartucheras entre G. 20.000 y G. 30.000, y los bolsos de lona más elaborados alcanzan entre G. 30.000 y G. 55.000. La venta se realiza principalmente de forma online, con entrega a domicilio o retiro en el domicilio de la empresa, y también por pedidos especiales de empresas que desean cantidades mayores. “El impacto es bastante grande, porque no se trata solo del producto final, más mensaje detrás, que es optar por artículos que prolongan la vida útil de los materiales y evitan que terminen en vertederos”, explicó Silvia.