El conflicto estalló cuando la Cámara presentó una nota oficial al intendente Emigdio Ruiz Díaz, solicitando una reunión urgente con los dueños de los locales nocturnos, directivos de la Cámara, representantes de Asotel y vecinos del anfiteatro, con el objetivo de “acordar los contratos para el funcionamiento de las discotecas durante diciembre 2025 y enero y febrero de 2026”.
La petición busca destrabar una situación que, según la presidenta de la Cámara, Marilyn Caballero Scavone, tomó por sorpresa a los empresarios.
“Nos enteramos porque un grupo de chicos que tienen boliche se reunió con el intendente hace meses para firmar los contratos, y él les dijo claramente que esta temporada no iba a haber boliches en San Bernardino”, explicó Caballero en diálogo con InfoNegocios.
Los boliches habilitados por la actual ordenanza —que continúa vigente hasta febrero— son Mokay, Monkey Jack, Mambo SanBer y TAO, este último con casi 12 años de presencia en el anfiteatro. Pese a esa habilitación, el jefe comunal habría manifestado su intención de frenar la operación nocturna debido a “proyectos previstos” para la zona.
Según la presidenta de la Cámara, en esa reunión previa incluso se pidió a los empresarios que actuaran de nexo para facilitar un contacto con el presidente, lo que dejó aún más incertidumbre entre los comercios afectados.
Más allá de la disputa administrativa, el principal temor del sector empresarial es el impacto directo en la economía de una ciudad que vive casi exclusivamente del turismo veraniego.
Caballero fue categórica: “La temporada fuerte de San Bernardino es el verano. Y hoy nuestros socios hoteleros no tienen reservas, el circulante es poco. Si no hay boliches y no hay movimiento nocturno, la afectación es muy grande”, afirmó.
Los números preocupan: 1.000 a 1.100 empleos directos dependen de los boliches; más de 2.000 personas serían afectadas si se considera a sus familias; restaurantes, posadas, hoteles, alquileres y comercios mantienen contrataciones estacionales que hoy están en pausa por la incertidumbre.
“Está totalmente cancelado por el momento todo tipo de contrato”, enfatizó Caballero.
¿Cuánto dinero mueve realmente la noche de San Ber?
Si bien la Cámara evita dar una cifra puntual, la magnitud es enorme. Caballero explicó que un fin de semana con conciertos y boliches funcionando puede atraer entre 26.000 y 28.000 personas solo en la zona del anfiteatro, sin contar el movimiento en toda la ciudad.
En la última temporada, según la Cámara, San Bernardino llegó a recibir 150.000 personas por fin de semana en su punto más alto.
“Es muchísima plata. No quiero dar un número porque podría quedarme corta o equivocarme, pero es mucha plata”, afirmó.
El temor es que una caída abrupta del flujo turístico pueda derrumbar la temporada 2026.
Otro elemento clave es la situación contractual del anfiteatro. La presidenta de la Cámara recordó que el espacio está cedido por cinco años a G5Pro, acuerdo firmado con la Municipalidad y amparado por la sesión otorgada por el Ministerio de Hacienda hasta 2031.
Esto genera dudas sobre qué tipo de “proyecto” impediría el funcionamiento habitual de los boliches durante esta temporada. “No podemos retroceder. No podemos matar San Bernardino”, dijo.
“Ojalá que esto se solucione. Que se llegue a una conciliación y que se pueda trabajar por la gente y por la ciudad. San Bernardino es muy lindo, es nuestro lugar para veranear y no podemos permitir que muera. No podemos retroceder en el tiempo”.
La Cámara insiste en que su apuesta es convertir San Bernardino en un destino Summer 365, y no depender únicamente del verano.