“Me inicié en el mundo del boxeo de niño, tenía un par de guantes que me trajo mi padre de África y después de la salida de la escuela a las cuatro de la tarde era ‘puro moquete’ con los amigos del barrio. A los nueve años empecé a entrenar pero como era asmático y siempre me enfermaba no fue hasta los 12 años que empecé a competir y fui captado por la Escuela de Iniciación Deportiva y la Escuela Superiores de Perfeccionamiento Atlético donde estuve seis años logrando innumerables medallas. Luego en la etapa juvenil pase a la Academia Provincial de Camagüey de Boxeo, unas de las mejores del país pero luego de un año tuve un accidente por el cual tuve que desertar del boxeo competitivo”, contó Salazar.
El entrenador, nacido en Cuba, vive en Paraguay hace tres años luego de una visita al país con su esposa, en la que ambos quedaron encantados con la población y cultura paraguaya. Actualmente Salazar se dedica a entrenar en la Secretaría Nacional de Deportes (SND) donde entrena a Jorge "Dinamita” Sosa e Isidro “El guerrero” Ranoni Prieto, conocidos boxeadores nacionales, entre otros amateurs que se encuentran dando sus primeros pasos.
Según Salazar, en Paraguay el nivel del boxeo aún no es bueno, sin embargo, es cuestión de incentivar a más jóvenes. “Actualmente el nivel no es bueno y aún hay pocos atletas pero el talento humano existe, solo hay que echar ‘palante’ y sumar a más jóvenes al deporte, es la única manera de levantar el boxeo”, comentó, y en cuanto al boxeo femenino nos mencionó que entrenó a muchas mujeres pero solo a una en categoría competitiva, no obstante destacó el talento de las boxeadoras que pudo observar.
Sobre el boxeo en Cuba manifestó que se encuentra al máximo nivel, gracias al conjunto de escuelas, academias y el nivel de competencias que permite sacar boxeadores profesionales todos los años y mantener a la selección activa y renovada.
El entrenador explicó que la práctica de esta disciplina puede empezar desde los seis años, pero teniendo en cuenta que una será práctica no competitiva y en el caso de los boxeadores que llegan a ser profesionales, dependiendo del estado físico y de cómo fue la carrera deportiva, podría extenderse a los 37 años o bien pasar los 40 en caso positivo.
Finalmente, respecto a los prejuicios sobre violencia que existen alrededor de este deporte, Salazar declaró: “Depende de cómo lo mires, el boxeo es un deporte de contacto en el que hay accidentes como en tantos otros, el boxeo es disciplina, constancia, dedicación, una escuela de caballerosidad, así me enseñaron a mí, todo lo que pase en el ring ahí se queda, no hay diferencia entre oponentes, solo queda el recuerdo de una gran batalla, y mientras sea bien fiscalizado no hay problemas en los eventos realizados”