“Los primeros años iniciamos con una baja producción, hasta tener un mayor conocimiento. Hoy realizamos de dos a tres cosechas entre primavera y verano, obteniendo un promedio de 45 kg de miel por colmena. El volumen de venta anual estimamos que aumenta alrededor del 20%”, contó Lorena Nirich, asesora técnica y propietaria del emprendimiento.
Esta tarea la llevan a cabo con el interés de aprender sobre el trabajo de las abejas, como manejar los enjambres manteniendo siempre las normas de cuidado y salvaguardando a la población de estos insectos polinizadores.
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“Muchas personas se acercaron con el fin de adquirir miel de abeja, y fuimos aumentando la cantidad de colmenas, creando apiarios en distintos puntos. De esta manera, año tras año tratamos de obtener la mayor cantidad de miel posible, que ofrecemos ya sea a particulares o comercios”, dijo.
Obtienen miel pura y miel de abeja en panal, sus productos principales para la venta y cuentan con presentaciones de frutas deshidratadas en miel, o mezclas de miel con productos medicinales, como el eucalipto, mentol, jengibre, cúrcuma, entre otros.
Además, ofrecen otros servicios que son el rescate de enjambres, encajonamiento y retirada de colmenas. Considerando que se encuentran en una zona urbana y sub urbana, muchas veces las abejas eligen las casas o patios de las personas para habitar, lo cual puede ser un riesgo para la vida de los habitantes, ya sean personas, mascotas y otros seres.
También, realizan mantenimientos de colmenares y cosecha de miel para quienes cuenten con cajones enjambrados y no tengan acceso a las herramientas necesarias para la manipulación de las mismas.
“Hemos perdido algunos colmenares en épocas de escasez de flores, presencia de plagas, y manipulación o extracción de miel por parte de personas externas, sin la debida autorización”, comentó.
Acerca de las proyecciones para el 2023, dijo que buscan reactivar las colmenas perdidas, ya sea instalando trampas o por medio de rescates, para aumentar la cantidad de producto obtenido; y a la vez abarcar mayor cantidad de espacios en los comercios de la zona.
“Si bien estamos entrando actualmente en época invernal, nos queda cuidar y alimentar los enjambres nuevos para que puedan sobrevivir durante el invierno, retomando las actividades de mantenimiento o cosecha a partir de octubre”, detalló.
Ariel y Lorena Nirich trabajan en diferentes empresas privadas, por lo que se dedican al trabajo de apicultura en horarios posteriores a la jornada laboral y los fines de semana. En casos necesarios y para cosecha cuentan siempre con ayuda y mano de obra familiar.
“Algo de lo que nos hemos percatado durante estos años, es del aumento de consumo de miel en la sociedad, punto importante considerando que la miel de abeja es un producto natural, obtenido a partir del néctar que recogen de las flores”, describió.
Uno de los planes que están desarrollando es incentivar al consumo de este producto natural, así como implementar otros subproductos, como la cera de abejas, polen, propóleo, entre otros.