Sobre el punto, el titular de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, sostuvo que los productos se nivelan por oferta, demanda y competitividad.
Con las nuevas medidas económicas en Argentina (más de 30% de aumento en precios de productos de consumo), la industria local podría verse favorecida al volverse más competitiva y con ello se reduciría el comercio ilícito.
El presidente de la UIP señaló que la teoría económica relata que al sincerarse los precios, los productos se nivelan por oferta, demanda y competitividad.
En este sentido, Duarte consideró que los precios subsidiados crearon un enorme perjuicio a Argentina que, a su criterio, pagará con deuda sus errores; y uno también enorme a Paraguay, “que también pagó con la consolidación de una economía informal, casi delincuencial, que no aportaba impuestos y golpeaba a los comercios formales”, agregó.
“Estos comercios tuvieron que soportar compartir el mercado con productos ilegales, comerciantes inescrupulosos y una ciudadanía que buscaba su ventaja ante la inacción de los organismos de control”, lamentó.
Duarte enfatizó además que la competitividad aumenta cuando bajan los costos por mejoras en los procesos, por incremento en los volúmenes de consumo, por factores inherentes a la microeconomía, es decir, desde las propias empresas.
“La macroeconomía es responsabilidad del esfuerzo del gobierno. Los empresarios, cuando vemos aguas calmas y vientos a favor, levantamos las velas automáticamente. Es la ley de la oportunidad”, aseguró.
Por otra parte y teniendo en cuenta este escenario, el titular de la UIP sugirió que desde el sector político, “se deben crear las condiciones para apuntalar que los productos nacionales ocupen el mercado nacional y luego el de exportación”.
Según Duarte, tienen buenas expectativas para el 2024, aunque cuestionó el débil e inestable comportamiento de la institucionalidad.
“La economía es, a nuestro entender, 90% expectativa y 10% pragmatismo. Desarrollar industria requiere políticas públicas. Esperamos del Gobierno señales más claras que ordenen las instituciones y que deje atrás las viejas costumbres de malgasto, el nepotismo y la práctica de tener ciudadanos de primera y de segunda, privilegiados y laburantes, aportantes y los que solo disfrutan. El esfuerzo debe ser compartido, las señales claras”, concluyó.