Para entender mejor las implicancias de esta propuesta, conversamos con Jorge Garicoche, economista de la consultora Mentu, quien analizó las oportunidades y desafíos que el proyecto podría representar para el país.
Garicoche destacó que el proyecto tiene el potencial de mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos estatales. “En cuanto a cuánto podría ahorrar el Estado es difícil dar un número exacto, pero podemos esperar una mejor asignación de recursos en el mediano plazo”, comentó. Para el economista, los beneficios de esta ley no se verán de inmediato, pero a medida que se implementen los nuevos controles y mecanismos de evaluación, el Estado podrá operar con mayor eficacia.
Un aspecto central del proyecto es la introducción de la meritocracia en el acceso y permanencia en la función pública. Según Garicoche, esto podría generar ahorros y, al mismo tiempo, permitir que los recursos liberados se destinen a áreas que necesitan ser fortalecidas, como la infraestructura o la atención de los déficits en las cajas de jubilaciones. “Si logramos instalar en el servicio civil la meritocracia, se podría generar ahorros y compensar lugares que hoy necesitan ser compensados, como los déficit de cajas e infraestructura”, aseguró.
Para Garicoche la clave del éxito de esta reforma no debe limitarse únicamente a los ahorros que pueda generar, sino que debe apuntar a transformar la cultura de la función pública. “El foco central en la Ley del Servicio Civil no debe ser sólo el ahorro y que eso sea destinado a otras inversiones. La carrera del servicio civil tiene que volverse competitiva para que el clientelismo no siga siendo la filosofía del Estado”, subrayó.
El economista resaltó que con esta reforma se espera que ingresen a la función pública personas con cualidades técnicas comprobadas, lo que repercutirá en una mayor agilidad y eficiencia en la administración del Estado. "Es bueno que, en contrapartida, ingresen personas con cualidades técnicas comprobadas para que se agilice el funcionamiento del Estado. Ahí los sectores, ya sean ciudadanos, empresariales y otros, sentirán que las instituciones están en realidad volviéndose útiles", afirmó Garicoche.
Otro de los puntos destacados del proyecto es la implementación de mecanismos de salida para los funcionarios que no cumplan con su rol de manera efectiva. Garicoche señaló que, actualmente, es extremadamente complicado remover a un funcionario ineficiente del sistema público, lo que ha contribuido a la ineficacia en algunas áreas de la administración estatal. “Los mecanismos de salida, evaluaciones periódicas y demás instrumentos también servirán. Actualmente, sacar a un funcionario ineficiente es muy complejo”, explicó.
Hacia una administración pública más eficiente
Garicoche también recalcó que uno de los grandes desafíos del servicio civil en Paraguay es su intensividad en mano de obra, lo que demanda una administración y planificación más eficaces. "Vale la pena mencionar que el servicio público es intensivo. Se espera tener buena administración, planificación y que los procesos sean más rápidos, más allá del uso de la tecnología que se tiene que implementar también", destacó Garicoche.
Finalmente, el economista confió en que de ser implementada correctamente, la Ley del Servicio Civil permitirá al Estado ganar en eficiencia y eficacia, contribuyendo a una administración pública más moderna y competente. "Podemos llegar a ganar eficacia y eficiencia con elementos de este proyecto de ley", concluye Garicoche, señalando que esta reforma es una oportunidad clave para transformar la relación entre el Estado y la ciudadanía, y mejorar la calidad de los servicios públicos en Paraguay.