Las coffee parties, los talleres, están redefiniendo cómo las marcas se conectan con una generación que ya no quiere anuncios, sino experiencias, que prefiere rituales significativos a campañas vacías y poco a poco se va introduciendo también al sector corporativo.
El aroma del café se impregnó aún más en este 2025, con eventos como Asu Coffee Fest que consolidó su posición como el punto de encuentro más esperado para baristas, aficionados y emprendedores del sector. Esta edición por ejemplo congregó a más de 7.000 visitantes reflejando el creciente interés del público por estas experiencias.
El festival contó con un programa académico y sensorial que incluyó charlas, talleres y catas con expertos provenientes de Perú, Colombia, Bolivia, Brasil y Paraguay. Los asistentes exploraron desde los cafés de origen, la coctelería con café, el uso de adaptógenos, hasta la cultura barista, los maridajes y las catas sensoriales.
El movimiento del café hizo que florecieran más eventos generando un movimiento económico para cafeterías y bares, Julieta Vielman de Jardín Urbano comentó que realizaron una fiesta organizada por Mucho Flow y Totem Tostadores, “asistieron aproximadamente 180 personas. Se generaron entre 15 y 20 millones de guaraníes entre bebidas y comidas”, resaltó.
El impacto económico de estas fiestas y eventos va más allá de las ventas directas. Según Carlos Quinto, fundador, coffee hunter y maestro tostador de Café Quinto, la estrategia detrás de su participación en eventos busca potenciar negocios aliados y cafeterías locales, generando un efecto multiplicador en gastronomía, artesanía y turismo.
"Participamos en más de 20 eventos este año, la mayoría fueron talleres, algunos corporativos y dos fueron fiestas. En los eventos corporativos asistieron más de 300 personas, y en los talleres en cafeterías un promedio de 30 personas por evento," detalló Quinto.
"Vimos un aumento en la cantidad de actividades respecto al año anterior, acompañado por el incremento de cafeterías y nuevas propuestas que surgen en el país”, agregó.
Más allá de la formación profesional, estos eventos tienen un enfoque inclusivo y turístico. Según Carlos buscan atraer a público que no es habitual de cafeterías, personas en búsqueda de experiencias diferentes y turistas interesados en la cultura local. Esto no solo incrementa el ticket promedio de los establecimientos, también genera un movimiento económico importante en gastronomía, artesanía y entretenimiento, consolidando al café como un motor cultural y comercial.