¿Cómo ve la situación del mercado de la carne y de la pecuaria en general con la pandemia del COVID-19?
La economía mundial, y el Paraguay no está fuera de ella, está resentida por los efectos de la pandemia. Esta enfermedad redujo la actividad económica mundial a su mínima expresión, afectándonos gravemente. Sin embargo, dado que producimos alimento (carne) y que –como es natural– las reducciones de gastos siempre afectan primero a lo suntuario y, por último, a lo necesario, estimamos que entre los primeros rubros que sentirán los efectos favorables de la reactivación económica serán aquellos sectores que producen comida; pues bien, nosotros producimos comida, producimos carne, y muy buena.
¿Cómo se prepara el sector productivo para encarar la post cuarentena? ¿Y qué estrategia están manejando?
El campo “no para” (no paró), lo que se detuvo es el comercio, afectando –obviamente– al comercio de la carne. Como Paraguay exporta el 70% o más de lo que produce, la ralentización de las exportaciones afectó al sector, que aguarda con confianza la reactivación para recuperar el terreno perdido, aunque –debemos comprender– que la carne que no se comió ya no se comerá. Enfrentamos el futuro manteniendo el hato, para lo cual, si por estrategia se entiende “pasar el invierno”, muchos productores refinanciamos nuestras deudas, nos preparamos para alimentar nuestro ganado durante la temporada fría, tratando de vender solo lo necesario para descargar los campos y salvar los gastos.
¿Considera que el negocio de la carne podrá recuperarse rápidamente o será un proceso paulatino?
El negocio se recuperará tan pronto como los mercados internacionales se reactiven. Europa empieza a abrirse, Israel y Taiwán seguirán comprando, al igual que Rusia (tal vez no la cantidad esperada), Chile seguirá siendo nuestro mejor mercado, y se acomodarán los precios en Brasil cuando se estabilice la moneda. Si queremos que se recupere la carne más y mejor, necesitamos el mercado que más alimento demanda en este momento en el mundo: China. Solo participamos de la parte de la torta de la demanda mundial que compra ± 30%, pero estamos fuera del resto. Ahí debemos apuntar, ahí debemos dirigirnos.
¿Qué acciones prevén desde la ARP para ayudar a los productores y para contribuir con la recuperación de la economía nacional?
La ARP sigue trabajando en todas y cada una de las herramientas destinadas a aumentar la confianza, la transparencia y la seguridad de la comercialización de la carne (sanidad animal, cajas negras, tipificación, trazabilidad), y no renuncia a su deseo de crear el Instituto Paraguayo de la Carne, que nos permitirá promocionar profesionalmente la carne como marca país. De hecho, sigue buscando la manera de ampliar el horizonte de mercados disponibles, pretendiendo abrir el mayor de ellos: Asia y, dentro de ella, especialmente China.
¿Cuáles cree que son los desafíos que deberá sortear el sector ganadero para vislumbrar un futuro mejor?
En lo inmediato soportar la sequía, pasar el invierno, atender las obligaciones financieras, sin morir en el intento, construir confianza en la cadena de valor de la carne, y, en el mediano y largo plazo, conseguir los mercados de EE.UU., Japón y Canadá, Malasia, Singapur, Turquía y todos aquellos disponibles, buscando la manera de convencer al Gobierno Nacional que nuestro país y nuestro pueblo no pueden seguir siendo privados de acceder al mayor mercado de alimentos del mundo, si queremos que el bienestar y la felicidad alcance a la mayor cantidad de personas, por mérito propio, como resultado del esfuerzo de la producción nacional.