De acuerdo a lo dicho por el titular de la UGP, al principio la expectativa de los productores era tener una cosecha normal de soja y otros cultivos, que marque un efecto rebote y contribuya a la recuperación de la economía, pero todo cambió a inicios de diciembre, cuando empezó la temporada de aguaceros y se frenaron las lluvias generales, situación que ensombreció el horizonte y los llenó de incertidumbre.
“Ya no creo que tengamos una cosecha plena como esperábamos al comienzo. Van a haber algunas pérdidas y perjuicios, pero es difícil aún evaluar el grado de impacto que tendrá la falta de agua, porque sigue la racha de aguaceros. Hace falta un frente general que riegue a fondo todas las regiones, para que podamos estar más tranquilos”, explicó.
Sin embargo, señaló que se puede decir que todavía no hay una tendencia marcada, puesto que hay zonas con bolsones de afectación fuertes, algunas que están con perspectivas de recuperación si llueve y otras que están caminando bien, “por lo cual, el panorama es bastante variado”, manifestó Cristaldo.
No obstante, reconoció que el sector se encuentra mejor de lo que estaba a estas alturas el año pasado, a raíz de la sequía. “Pero tampoco estamos todo lo bien que hubiésemos querido estar para la cosecha que viene”, lamentó.
Para Cristaldo, las proyecciones agroclimáticas, igualmente, no están muy claras, pues están recibiendo diferentes informaciones. “Algunas dicen que pronto se va a estabilizar y van a venir las lluvias, en tanto, otras señalan que van a continuar los aguaceros. El pronóstico general dice que ahora en enero, supuestamente, vamos a estar con lluvias dentro de un régimen normal, pero hasta que eso suceda no sabemos qué es lo que va a pasar. Es importante que tengamos realmente una buena lluvia para que podamos mantener la expectativa, ya no de una cosecha excelente, pero si de una cosecha razonable”, remarcó.
Los rubros que podrían verse afectados además de la soja son el sésamo, el maíz de zafra y los frutihortícolas, tanto los que no tienen sistema de riego, que ya están con dificultades, como los que sí lo tienen, pues si la fuente de agua no se reabastece también los complica. Igualmente en lo que respecta a las pasturas. “Esperemos que se normalice pronto, todavía los daños no son excesivamente considerables, pero sí preocupa, y mucho”, sentenció.