El proyecto que aprueba una línea de financiamiento en Derechos Especiales de Giro, tiene como objetivo proveer recursos a largo plazo para países que implementen reformas orientadas a reducir riesgos en la balanza de pagos, abarcando temas como el cambio climático y la preparación ante pandemias.
Entre las reformas que el FMI habilita realizar con dichos fondos se incluyen políticas climáticas, como la resiliencia de las inversiones públicas, la contención de riesgos climáticos en el sistema financiero, la preservación de la matriz energética limpia, la descarbonización de la economía, y la mejora en la gestión de residuos. Además, parte del dinero estaría destinado a la reestructuración de la deuda externa, algo también permitido por el FMI.
La crítica que realizan los detractores del proyecto es que, con la ley el Poder Ejecutivo busca que la línea crediticia sea aprobada sin especificar inicialmente el destino de los recursos, otorgando al MEF la facultad de definir su utilización, siendo que el Congreso es el poder que elabora el presupuesto general de la nación.
El préstamo cuenta con un plazo extendido y un período de gracia de un año y medio, con una tasa de interés del 5,4% anual, la cual incluye el margen por encima de la tasa de los Derechos Especiales de Giro (DEG) y comisiones adicionales.
La economista Sarah Zevaco, explicó que los DEG representan una emisión de liquidez otorgada a los países miembros del FMI de manera proporcional a sus aportes. Estos recursos pueden ser utilizados para reforzar las reservas internacionales o para apoyar políticas públicas a través del presupuesto nacional. Los bancos centrales, después de recibir los DEG, deben informar sobre su disponibilidad para que el Estado beneficiario decida su uso.
Por su parte, el economista de Mentu, Jorge Garicoche agregó que los DEG técnicamente son activos de reserva internacional. “Los DEG son papeles que equivalen a un conjunto conformado por el dólar, euro, yen, yuan y la libra esterlina. Se suelen otorgar como préstamos de estabilidad a los países que desean ordenar su economía”, aseveró.
El economista recordó que Paraguay tuvo acceso a este instrumento por el compromiso demostrado para el mejor manejo de la economía. Para tal motivo se tomaron medidas fiscales y normativas que fueron evaluadas por el FMI.
“Paraguay es el único país de la región que puede recurrir a este instrumento, si es que no estoy equivocado. Tiene que ver con el orden que logró establecer”, enmarcó Garicoche. No obstante, aclaró que el FMI todavía considera que Paraguay tiene que elaborar más reformas, en especial con enfoques de cariz medioambiental.