El estreñimiento es una afección que afecta a millones de personas y que puede influir significativamente en la calidad de vida de quienes la padecen. El mismo se define como un trastorno digestivo caracterizado por la dificultad para evacuar, la disminución en la frecuencia de las deposiciones o la sensación de evacuación incompleta.
Al respecto Romina Villalba, especialista en nutrición clínica y estética de Clínica Joayhu aseguro que la normalidad en la frecuencia de evacuación varía entre personas, suele considerarse estreñimiento cuando pasan más de tres días sin evacuar.
Esta condición puede clasificarse en dos tipos principales: estreñimiento ocasional, provocado generalmente por situaciones de estrés, cambios en la dieta o viajes; y estreñimiento crónico, que persiste en el tiempo y suele requerir atención médica.
“Si bien en casos leves es posible mejorar el tránsito intestinal con algunos cambios en la alimentación y el estilo de vida, el estreñimiento crónico puede necesitar tratamientos específicos y atención especializada para evitar complicaciones” indicó la especialista.
Según Romina lo que puede contribuir a esta condición es la dieta baja en fibra, pues una alimentación pobre en fibra dificulta el tránsito intestinal, ya que ella contribuye a formar un bolo fecal y facilita el paso por el intestino. Además, consumir poca agua, el sedentarismo, el estrés, cambios en la rutina la actividad física contribuyen al estreñimiento.
“Los viajes y las vacaciones interrumpen los horarios habituales, incluyendo los patrones de sueño y los momentos designados para ir al baño; las personas que llevan una vida sedentaria suelen experimentar más dificultades; y los cambios de hábitos o situaciones de tensión pueden afectar los movimientos peristálticos del intestino”, destacó.
Villalba agregó que es importante no ignorar el impulso de ir al baño cuando tenemos ganas, retener las heces de manera frecuente puede disminuir la sensibilidad a los impulsos naturales del cuerpo, lo cual agrava el estreñimiento.
Las altas temperaturas también pueden desmotivar a las personas a realizar ejercicio regularmente; sin embargo, la actividad física es clave para estimular los músculos del intestino y promover un tránsito intestinal saludable.
En ese sentido Villalba recomendó “reemplazar los alimentos procesados por alimentos naturales, evitar los embutidos, productos enlatados, disminuir el consumo de lácteos ya sea quesos o harinas refinadas como productos de confiterías, pastas por alimentos más saludables como las hojas verdes, frutas para aprovechar las fibras, consumir más agua en el día, hacer actividad física para combatir el sedentarismo ya sea salir a caminar al parque como mínimo 30 minutos al día que eso sea una rutina diaria. El descanso también es un factor fundamental para llegar al objetivo de bajar unos kilos demás”.
Aconsejó incorporar fibra en el desayuno, porque empezar el día con alimentos ricos en fibra, como avena, granola sin azúcar añadida, o pan integral, puede mejorar el tránsito intestinal; elegir granos enteros, cambiar el arroz blanco por integral o consumir pasta integral contribuye a mejorar la digestión, ya que estos alimentos contienen más fibra.
Como punto final la especialista enfatizó en la importancia de prestar atención a los síntomas del estreñimiento y buscar ayuda médica cuando la condición persiste durante más de una semana o si se vuelve una constante en la vida diaria. El uso de laxantes sin supervisión médica no es recomendable, ya que puede generar dependencia o agravar el problema.