La guerra de Israel contra Hamás en Gaza está llevando el conflicto a una escalada que ahora derivó en una situación que muchos no previeron: los ataques de milicianos hutíes de Yemen a barcos estadounidenses o con conexiones con el Estado judío, en represalia por las acciones de este contra los palestinos.
Esto está obligando a los barcos mercantes a buscar nuevas rutas que eviten la zona de los ataques hutíes en el estrecho de Bab el Mandeb que conecta el Mar Rojo y el golfo de Adén, un punto estratégico de la navegación y por donde pasa el 12% del comercio mundial. Los buques ahora optan por bordear el cabo de Buena Esperanza en un trayecto que incrementa en 6.500 km la distancia que deben recorrer.
“Esto está afectando al comercio porque está generando demoras importantes en la designación de buques. Y gran parte de los que transportan productos de China suelen usar ese canal para hacer un stopover (escala) en Europa y de ahí redistribuir a otros mercados. Como esos buques están dando la vuelta por Sudáfrica se retrasan la importación y la exportación”, dijo Sonia Tomassone, asesora de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
La experta recalcó que esta coyuntura va a afectar no solamente al comercio del resto del mundo sino también al de Paraguay por la demora en el transporte y en la nominación de buques. “Eso eleva los costos de importación. No se puede estimar todavía cuánto, pero nosotros importamos fertilizantes, insumos agrícolas, petróleo y otros productos. Y estamos hablando de números importantes”, añadió.
Resaltó que de 20 días de navegación se pasa a 40 días lo que produce demoras importantes. “La mercadería que viene de Europa u otra zona también tiene el mismo problema de las demoras para cargar los buques y traer a Paraguay. No solamente afecta al mercado del Medio Oriente, sino a todos los mercados”, aseveró.
En cuanto a las exportaciones, Tomassone explicó que tampoco se puede saber el grado de afectación pues nos encontramos en un período en el que los envíos al exterior se reducen. “La zafra de la soja 2023 acabó en diciembre, y su destino fue principalmente a Argentina y de ahí a otros mercados, pero el volumen ya era ínfimo”, señaló.
Arabia Saudita, Israel y Qatar son los países que se encuentran en la zona del conflicto y que son destinos de las exportaciones paraguayas, principalmente de cárnicos, pero también de otros artículos. En el 2023 Paraguay vendió en esos mercados por valor de más de US$ 98 millones.
La asesora de Capeco recordó que este mes empiezan las exportaciones de zafra nueva, pero que todavía es escaso. “Las exportaciones fuertes empiezan a finales de febrero y en marzo. Hoy lo que más está saliendo es maíz hacia Brasil, Chile, Uruguay que es en la región y va por vía terrestre”, aclaró.
En términos similares se expresó Josefina Duarte, miembro del directorio de la Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex), quien manifestó que la organización todavía no tiene información de parte de sus asociados sobre cómo y cuánto podría perjudicar a los envíos paraguayos al exterior el escenario en el Mar Rojo.
Sin embargo y a pesar de que se encendió una luz roja “todavía nadie presentó este tema como una preocupación inminente sobre alguna cuestión grave que pudiese ocurrir”, según Raúl Valdez, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM).
El también armador Juan Carlos Muñoz, a su vez, aseveró que los fletes van a empezar a subir. “De hecho varias líneas están saliendo de la ruta del Mar Rojo, algunas se cancelaron y está afectando los costos totales y los tiempos logísticos”, expuso.