Callizo puntualizó que con las viviendas se benefician los metalúrgicos, pintores, albañiles, ingenieros y distintas empresas. "Los rubros de la economía que se benefician abarcan hasta el despensero que está cerca de la obra y que vende más empanadas. Los transportistas que venden cemento, madera y demás también se benefician con las obras de vivienda", expresó.
Si bien la construcción en sí genera mucha reactivación económica, la vivienda adquiere otras complejidades que necesitan de mayor mano de obra. Asimismo, el experto señaló que en Paraguay tuvimos varias experiencias de proyectos habitacionales que no funcionaron, lo que brinda una enseñanza de que la planificación es fundamental.
"Hay muchos proyectos de vivienda que no se adecuan al entorno o a las necesidades de los habitantes. Capaz se hacen soluciones alejadas de la realidad en donde se concentran las actividades laborales y comerciales", argumentó Callizo. En cuanto a los incentivos para mejorar la inversión en obras, el especialista detalló que giran en torno a los trabajos coordinados de las instituciones, como por ejemplo la municipalidad, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y otros.
Entretanto, el ingeniero recordó que la construcción de viviendas va más allá de la edificación de una casa, sino que necesitan que estén garantizados servicios, el transporte público y demás factores que incluyen al entorno de la ciudad.
PGN 2022
El proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el ejercicio fiscal 2022 elaborado por el Poder Ejecutivo contempla una inversión de G. 386.000 millones (US$ 55 millones) para viviendas. Para el próximo año, el Gobierno apunta a seguir asignando recursos principalmente para la construcción de viviendas sociales.