Según Grutter, la proliferación de eventos, talleres y capacitaciones fue un factor clave para dinamizar este sector. “Hay muchos eventos, y eso suma al cambio emprendedor, al preparar a los emprendedores y a las instituciones. Últimamente estamos viendo que se están consolidando las ofertas de apoyo, tanto del sector público como del privado”, comentó. Este fortalecimiento se refleja en la capital, y en el interior del país, donde iniciativas como las jornadas de emprendimiento realizadas con apoyo de la Municipalidad de Pilar y otras entidades permitieron acercar recursos, información y financiamiento a emprendedores de diversas localidades.
Uno de los elementos que, según la presidenta de la Asepy, contribuye al desarrollo del ecosistema emprendedor es la aparición de fondos de capital de riesgo. Sin embargo, Grutter también señaló que aún existen desafíos, principalmente relacionados con la accesibilidad de los financiamientos y la diversidad de herramientas financieras que se necesitan para acompañar a los distintos tipos de emprendedores. “El financiamiento debe ser accesible y adaptado a las realidades de los emprendedores. Muchas empresas emergentes aún enfrentan problemas para abrir cuentas bancarias o acceder a instrumentos financieros, lo que genera incongruencias: abrís la empresa rápidamente, pero después no podés bancarizar ni manejar tu cuenta bancaria”, ejemplificó.
El panorama emprendedor paraguayo es diverso. Dentro de los sectores más destacados son el comercio (15%), seguido del sector gastronómico (9%), software y tecnología (6%), marketing y publicidad (5%), y diseño y moda (4%). Estos sectores reflejan la diversidad y el dinamismo del ecosistema emprendedor paraguayo, con una fuerte presencia de mujeres emprendedoras, que representan el 53,26% del total de socios de la Asepy.
“La mayoría de los emprendedores son mujeres, que lideran iniciativas con mucho dinamismo”, aseguró. Este liderazgo femenino marca una diferencia significativa en comparación con otros mercados, y evidencia un cambio cultural en la forma en que los paraguayos emprenden y gestionan sus negocios.
A pesar de los avances, el emprendedor paraguayo aún enfrenta retos relacionados con la resiliencia y el entorno regulatorio. Grutter señaló que, culturalmente, los emprendedores en Paraguay no cuentan con la misma capacidad de recuperación ante dificultades que en otros mercados. “El paraguayo en general tiene mucha resiliencia; el entorno va tirando, y estaría bueno que eso vaya acompañado con condiciones adecuadas, leyes y reglamentaciones que respalden al emprendedor”, afirmó.
Actualmente, la Asepy aglutina a aproximadamente 7.500 emprendedores en 176 ciudades de los 17 departamentos del país, incluyendo a más de 350 socios plus que participan activamente en las actividades, capacitaciones y programas de fortalecimiento del gremio.
Si bien la mayor concentración se encuentra en Central, otras regiones como Alto Paraná, Itapúa y Concepción están mostrando un crecimiento sostenido. En estas localidades, la asociación impulsó acciones de formalización, donde los emprendedores pueden acceder en un solo día a todos los trámites necesarios para legalizar sus negocios. “Este tipo de jornadas tuvo muy buenos resultados, sobre todo en Concepción, donde logramos un fortalecimiento importante de las empresas locales”, subraya Grutter.