En el caso de que el dirigente del Partido de los Trabajadores logré la presidencia, sería uno de sus proyectos más ambiciosos. Según la presidenta de la Sociedad de Economía Política del Paraguay, Sarah Zevaco, la propuesta se inscribe en una agenda por la soberanía brasileña, pero también se relaciona con la identidad latinoamericana que promueve Lula en particular. "Ese pensamiento responde a los antecedentes de financiamiento y dirección de EE.UU. de la política económica latinoamericana", opinó.
Para Zevaco, la creación de Sur u otra moneda regional ayudaría a crear alternativas de financiamiento y ganar independencia del dólar, que es la principal moneda de endeudamiento en el mundo. Asimismo, con la unificación de la moneda también se ganaría independencia en las políticas monetarias que están sujetas a EE.UU. o al Fondo Monetario Internacional (FMI), a criterio de Zevaco.
"Ideas similares ya se plantearon muchas veces, pero nunca se ejecutaron. Un antecedente es cuando Lula estaba en la presidencia y coincidió con otros líderes de izquierda o progresistas", subrayó. No obstante, la economista aclaró que la unificación no es fácil porque requiere del cambio de todo un sistema.
Sobre la estabilidad del guaraní, Zevaco señaló que nuestra moneda no tiene esa característica de por sí, sino que es producto de haber controlado la inflación y por la política monetaria y económica. "Nuestra política económica está muy vinculada a la exportación de commodities y a la política de endeudamiento. Eso tiene su lado negativo, porque somos exageradamente dependientes del extractivismo", manifestó.
Si se impulsa el proyecto de unificación de la moneda hay que sumarse, según la economista, haciendo ciertos cambios de manera paulatina. A su vez, consideró que actualmente no es un buen momento para cambiar de moneda de forma apresurada ya que la pandemia trajo un gran aumento de deuda en dólares para todos los países.
Una utopía
Por su parte, el economista de Investigación para el Desarrollo, Jorge Garicoche, sostuvo que mientras los países de la región carezcan de una visión unificada sobre la macroeconomía y sus reglas prudenciales, no es factible el cambio de la moneda. "Una moneda única requiere de la coordinación, de políticas macroeconómicas y yo al menos lo veo muy difícil", precisó.
El economista agregó que para una moneda única es necesario crear un mercado común y hoy existen varias complicaciones para comerciar entre los países de Latinoamérica. Además, Garicoche consideró que reemplazar una moneda como el dólar todavía es un poco utópico, basándose en el hecho de que Asia, Medio Oriente y Europa lo intentaron en menor o mayor medida y no lo lograron.
"La experiencia del euro es muy interesante, pero tampoco desplazó al dólar y llevó muchísimo tiempo para instalarse. Analizando nuestro contexto actual, considero que no es una buena idea", remató.