“Este año en general fue relativamente malo para nuestro gremio, algunos restaurantes inclusive trataron de sobrellevar la crisis haciendo inversiones o abriendo nuevos locales, pero el resultado fue catastrófico. En contrapartida, algunos socios de la ARPY abrieron nuevos locales, no obstante, aún son muy nuevos y no podemos hablar de resultados, les está yendo muy bien por ahora, pero normalmente cuando un restaurante es recientemente inaugurado, los primeros seis meses recibe mucha gente que quiere conocerlo, sin embargo la realidad la vemos recién después de un año”, expresó Gayet.
Según el presidente, para el sector el impacto de la ralentización económica se vio reflejado en la disminución del número de comensales sin importar la categoría del restaurante, y mencionó que se vieron afectados por los aumentos constantes de sueldo, así como los ajustes en insumos necesarios para la producción. “Ante esta situación de crisis no quisimos alterar nuestros precios, los mantuvimos para no afectar el bolsillo de los clientes, pero eso para nosotros significa un ingreso menor por el mismo trabajo”, declaró.
El representante del gremio señaló que la problemática tuvo inicio en octubre de 2017, temporada en que la caída comenzó a percibirse, y expuso que el 2018 tampoco fue bueno, este año la situación se agravó, de modo que iniciaron las medidas como reducción de personal, reducción de gastos, y en muchos casos hasta el cierre de locales. Gayet comentó que la disminución de llegadas se percibe tanto en locales gastronómicos más exclusivos como de clase media.
“Hay una tendencia, los restaurantes de clase alta tienen menos gente y sus clientes están yendo a los restaurantes de media, mientras que los clientes habituales de estos van a los locales informales, hablamos de algunos parques de comida, o comida en la calle, que no generan ningún recurso para el Estado, en tanto que la gente que visitaba estos lugares directamente ya no están saliendo, se queda en su casa”, manifestó.
Gayet comunicó que no cuentan con un informe estadístico de cuántos restaurantes cerraron este año, sin embargo, poseen un estudio no certificado en el que calculan, entre 2017 y 2018, la apertura de aproximadamente 35 locales en la capital, con inversiones superiores a los US$ 400.000.
Sobre las medidas tomadas por el gremio con la intención de sobrellevar la situación, el presidente expuso que intentaron conseguir un acuerdo con Bancard respecto a las tasas de las tarjetas, las cuales consideran muy elevadas, no obstante, el pedido no fue aceptado, así también, reveló que buscaron negociar con proveedores en relación a los precios de sus productos.
“No podemos pedir al Estado que nos cobre menos impuestos porque ya estamos pagando menos al facturar menos, a IPS ya le pagamos menos porque tenemos menos funcionarios, hemos reducido nuestro cuadro de colaboradores, en ese sentido no podemos hacer nada. Sí con las empresas privadas, estamos esperando la apertura de la competencia de Bancard, que estará llegando al mercado paraguayo a principios del año que viene, ya avanzamos conversaciones”, anunció.
El presidente explicó que para superar la crisis, el gremio depende del mejoramiento de la economía del país, a modo de que la gente nuevamente tenga la predisposición para salir y gastar, además pidió un mayor control por parte de las autoridades competentes, en lo que se refiere a la apertura de nuevos locales y especialmente hacia locales informales, los cuales existen en gran cantidad.
Sobre las expectativas para el 2020, Gayet dijo: “Simplemente esperamos que sea mejor que este año, pero no podemos prever nada, nosotros no estamos involucrados en los asuntos económicos del país, pero deseamos que el Gobierno tome medidas acertadas para que la economía se impulse y comience a funcionar nuevamente, aunque somos conscientes de que la situación de Paraguay depende no solo de lo que las autoridades locales decidan sino también de lo que pase en los países vecinos”.