El mercado móvil ostenta una penetración del 116,79%. Si bien muestra una caída respecto a los dos años anteriores, se advierte que la tecnología 4G es la que habilita la conectividad a la mayoría de los habitantes del país.
Los cambios en la forma de trabajar, estudiar, entretenerse y relacionarse impulsados por la digitalización acelerada, la masificación de los smartphones y la irrupción de la inteligencia artificial están posicionando al acceso a internet como un servicio esencial. En este escenario, empresas del sector como Neo Telecom experimentan un crecimiento sostenido, pero también conviven con un marco regulatorio y una infraestructura que aún requieren modernización.
Bruno Chamorro, CEO de Neo Telecom y vicepresidente de la Asociación de Proveedores de Servicios de Internet del Paraguay (Asispy), comentó sobre el presente y futuro del sector, el comportamiento de los consumidores y las expectativas ante la llegada del 5G.
Según Chamorro, el aumento de la demanda es innegable. “La conectividad es hoy la base de cómo la gente vive, trabaja y se relaciona. La necesidad de internet de calidad crece muchísimo a todo momento”, afirmó. Aunque no maneja cifras sectoriales consolidadas, señaló que Neo Telecom experimentó este año un crecimiento del 50% en nuevas conexiones brindadas a hogares y empresas.
El cambio en el comportamiento del consumidor también es evidente. Usuarios que anteriormente consideraban suficientes conexiones de 50 o 100 Mbps hoy solicitan planes con mayor capacidad, impulsados por el teletrabajo, la educación virtual, el streaming y la multiplicación de dispositivos conectados. Paralelamente, familias que antes utilizaban solo datos móviles están migrando a internet fijo, lo que amplía significativamente la base de usuarios.
Chamorro destacó que “Paraguay ofrece hoy una tarifa muy competitiva en la región con una calidad de internet realmente buena”. Este escenario, sin embargo, no se debe precisamente a facilidades del entorno regulatorio. “Es principalmente un trabajo del sector privado. En términos regulatorios, Paraguay todavía no es competitivo para que las empresas puedan desarrollar infraestructura y crecer al ritmo necesario”, advirtió. Entre los principales problemas mencionó la falta de ordenamiento en el uso de columnas y postes, retrasos burocráticos, ausencia de normativa moderna y dificultades para expandir redes en zonas densamente pobladas.
Aun así, subrayó que las empresas consiguen ofrecer buen servicio a precios accesibles, pero hizo énfasis en que el crecimiento futuro dependerá de una mayor coordinación con el Estado.
El sector observa con expectativa el avance hacia el 5G, aunque reconoce que su implementación será compleja. Chamorro mencionó que, si bien Neo Telecom se especializa en internet fijo, el impacto del 5G afecta a toda la industria.
Es una tecnología muy promisoria, pero con exigencias fuertes: requiere infraestructura costosa, mayor densidad de antenas, gestión altamente técnica y un marco regulatorio claro. “El sector está esperando ver cómo se desarrollarán las licitaciones, la organización estatal y los mecanismos que permitan solventar las inversiones necesarias”, indicó.
Sin reglas claras sobre frecuencias, permisos y despliegue, las operadoras no pueden avanzar al ritmo internacional. Aun así, el entusiasmo es palpable: el 5G podría mejorar la competitividad, habilitar nuevos negocios y potenciar el ecosistema tecnológico local.
Para Chamorro, la importancia del internet va más allá de lo técnico: se trata de un cambio cultural. “La conectividad es cada vez más importante y más necesaria en el día a día de las personas”, afirma. Paraguay, a pesar de sus desafíos, ya cuenta con una oferta sólida y con estándares de calidad que compiten con mercados desarrollados, especialmente en el segmento de internet fijo para hogares y empresas.
“Estamos expectantes con todas las novedades. Queremos seguir creciendo y brindando un servicio mejor para toda la población. Paraguay se está volviendo un mercado competitivo en relación con las tecnologías que vienen”, puntualizó Chamorro.