Santiago Colombino, vicepresidente de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), destacó la importancia de entender y aprovechar correctamente el Mercosur, señalando: “Hablemos del problema de fondo, globalización versus regionalización. Esto podría impactar positivamente si tenemos un entendimiento claro y real del Mercosur, el cual no pudimos entender con claridad y aprovecharlo". Esta situación presenta una ventana de oportunidad para las marcas locales que, bajo ciertas restricciones a la importación, podrían elevar su competitividad en el mercado.
El desafío radica en que “cualquier marca nacional o extranjera que no cuide el medio ambiente, que utilice trabajo informal e infantil y que tenga un efecto claro en los precios, hace que sea muy difícil competir y perjudica a la industria en general", explicó Colombino. En este sentido, competir contra la informalidad es una batalla casi imposible, y las restricciones a la importación podrían servir para equilibrar el campo de juego.
Además, el Paraguay enfrenta una grave escasez de mano de obra, un factor que dificulta aún más el crecimiento del sector. “Estamos teniendo un déficit de mano de obra tremendo, ya sea por la mala conectividad de los servicios públicos de transporte, la migración de funcionarios del sector formal al informal debido a la escasez en los servicios de salud, educación”, agregó el vicepresidente de la AICP, reflejando una problemática que repercute en la capacidad productiva del país.
Sin embargo, hay luz al final del túnel. “El 2025, gracias a una Argentina que se abre al mundo, puede ayudar a que el emprendedor paraguayo tenga una alternativa importante", afirmó Colombino. Esta apertura del mercado argentino presenta una oportunidad clave para que los emprendedores paraguayos se posicionen y aprovechen un entorno más favorable.
Las futuras restricciones a la importación de indumentaria china podrían no solo beneficiar al mercado local, sino también fomentar la competitividad de las marcas paraguayas. Para ello, será esencial que tanto el sector público como el privado trabajen conjuntamente para enfrentar los desafíos existentes y maximizar las oportunidades que se presenten en el horizonte.