A continuación, lo que nos contó el artista paraguayo que ha sabido ganarse un lugar en el mundo:
¿Cómo surgió tu pasión por el arte?
Yo creo que se fue dando de a poco. Cuando convertí mi lienzo en mi confidente, fue ahí que empezó esta pasión hacia lo que hago a diario.
¿En qué momento te das cuenta que lo vas a hacer de manera profesional?
Hice mi primera exposición en un bar en el que trabajaba y vendí muy bien. Vi cómo la gente conectaba con la obra, pero creo que ni ahí lo pensé como algo profesional. Aunque a partir de ese momento empecé a vender de forma regular y dejé mi trabajo en el bar. Para mí pintar es una forma de terapia, siempre lo vi así, y lo sigo viendo de esa manera.
¿Hace cuántos años estás viviendo en el exterior?
Vivo fuera hace 20 años. Me fui porque gracias a Dios, mis padres pudieron ayudarme en eso. Salí a estudiar Business, que era lo que querían que estudie, más que nada por miedo a que de artista me muriera de hambre. Empecé a ir los fines de semana a New York a vender los jeans pintados por mí en la calle. También intervenía remeras. Me quedaba en lo de una amiga -Liz-, quien era la novia, hoy esposa de mi amigo Chobi. Fue él quien me dio ese último empujón y Liz me dio techo mis primeros dos meses en la ciudad. A la segunda semana de estar ahí empecé trabajando en moda como estilista para Perry Ellis, luego de que un fotógrafo me vio en la esquina de Broadway y Prince en Soho, haciendo mis jeans y remeras. Esto me llevó a trabajar en producción para NYFW (New York Fashion Week).
Te cuento todo esto porque utilicé todas esas oportunidades para mostrar lo que pintaba, iba a los shows -como trabajaba backstage-, y tenía mi mochila con zapatos y jeans pintados con la medida standard de las modelos. Fue así como conocí a Daniela Urzi, quien me ayudó a conocer gente. Ella empezó a usar los jeans y eso me llevó a una página en Elle Usa donde fotografiaron una campera pintada a mano para la edición de diciembre del 2004 si no me equivoco.
Y así, mi nexo en esa época era la ropa y busqué la manera de mostrarla y me fue bien. Me ingeniaba para que se viera lo que creaba. A todo esto, yo seguía en la calle pintando y cortando. Y así tuve a la agencia Wilhelmina representándome y haciéndome volar por Estados Unidos, pintando jeans con historias.
Hoy tenemos Instagram, y es lo que uso primordialmente para mostrar mi visión y el arte que hago. Es una herramienta que me ayudó mucho a ganar más reconocimiento mundial. Ahora en Viena estoy creando una instalación para el Life Ball que es la organización que lucha contra el sida y la recaudación de fondos para este objetivo. Entre los artistas invitados previamente se encuentran David LaChapelle, Naomi Campbell, Sharon Stone, Jean Paul Gaultier, entre otros.
Repito, empecé en la calle pintando jeans. ¡Todo es posible!
Hoy mi día a día es pintar todos los días. Trato de hacerlo como un horario de oficina, pero en horarios nocturnos. Trato de cumplir 8 horas diarias creando lo que tenga ganas de crear, no salgo mucho, estoy muy enfocado y le estoy dando tiempo porque me gusta lo que hago y lo disfruto.
Sí hay altibajos, pero soy dueño de mi tiempo. Funciona porque creo en lo que hago y aprendí a tratarlo como una profesión y dándole el tiempo necesario.
¿Cómo se da ese proceso financiero?
Cuando me mudé mi arte no era rentable, ni para la renta tenía. Lo de los jeans fue lo primero que me dio ese "extra" para respirar un poco, y también gracias a mis amigos que me dieron esa mano cuando más necesitaba porque vieron esa pasión. ¿Me explico?
Hoy en día ya vivo del arte y eso es gracias a mi perseverancia. Pasé mal económicamente, a veces tenés tus bajones económicos todavía pero cuando entra, entra. Es una profesión bastante inestable, pero si te organizas bien y no gastas en boludeces, podes vivir de esto, sin duda.
Ya cuando sabes que es lo tuyo y es lo que vas a hacer por el resto de tu vida, empiezas a buscar formas de que tu arte llegue a la gente. Como artista, uno sabe lo que le mueve a crear y lo hace sin pensar. Pero si no cacareas, no vendes. Muchos artistas no utilizan las herramientas que están a su alcance para crear ruido que atraiga a gente a que vea su arte.
Yo aprendí a hacer eso con los años. Cuando empecé, si te encerrabas a pintar y no mostrabas tu trabajo, nadie iba a venir a golpearte la puerta. Hoy en día con las redes es otra historia, artistas buenos hay miles, artistas que entiendan que es necesario ese otro aspecto en el negocio del arte, pocos. A mí me toca ser mi manager, no tengo a nadie. Hago lo que puedo, porque sé que lo que hago, lo hago con pasión y sinceridad.
Si no lo hago yo… ¿Quién?
¿Cómo fue trabajar con la línea de Beyonce?
Fueron t-shirts las que realicé para su marca, me gustó mucho la experiencia. Gente excelente.
¿Actualmente cuáles son los proyectos en los que estás trabajando?
En este momento estoy en Viena – Austria-, trabajando en Life Ball, que vendría a ser la organización más grande del mundo que se encarga de la lucha contra el sida y la recaudación de fondos para este objetivo. Me invitaron como artista de este año. En años anteriores tuvieron artistas como David LaChapelle.
Simultáneamente estoy exponiendo en Corea del Sur, una serie de retratos que vendrían a ser una conversación entre personajes de este año. Una conversación que está dictada por la mirada que se tiran entre ellos. Estos retratos expuestos uno al lado del otro, pueden ser cambiados de posición para crear otro tipo de conversación. Estoy tratando de trabajar en proyectos que creen una conversación. Esto no solo ayuda al espectador a ver más allá de sus problemas y crear conciencia sobre lo que está pasando ahora, sino que me ayuda a mí a dejar de enfocarme en mis demonios y ver más allá de mis propios problemas.
¿Qué consejo le darías a los artistas que no viven su pasión por miedo a que no resulte?
Si ya entrás pensando que esto es un hobby o estás con miedo de que no funcione, seguí con el hobby y conseguí un trabajo de 9 a 17. No es fácil, pero prefiero hacer lo que me gusta y ver la forma de mostrar y vivir de esto, a hacer algo que no me gusta por miedo a que no funcione.
Para ser artista full time, se necesitan no sólo la pasión al crear, eso ya tenemos, sino unos huevos bien grandes y una camioneta todo terreno porque te encharcarás mil veces a lo largo del camino. Es como irte al rally, te encharcás, sudás, comés arena, te pican los mosquitos, a veces no tenés ni para comer, pero.. ¡Qué gusto da!
Al menos esa es mi experiencia. Te juro que vale la pena.
(FA)
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