Estas declaraciones hechas por Lucas Pinz, director de Tecnología Responsable por la Transformación Digital y IoT de Logicalis resonaron durante toda la conversación que mantuve con Rodrigo Parreira (en la foto), CEO de Logicalis LATAM hace unas semanas, en una de sus visitas periódicas al país. Por lo que la entrevista se encaminó de manera natural hacia uno de los aspectos emergentes (y poco explorados) de la transformación digital: la industria agropecuaria.
“Hay dos grandes ramas de la tecnología aplicada al campo- cita Rodrigo- . Una más consolidada que es la biotecnología y tiene que ver con la genética y las investigaciones en los laboratorios; pero hay otra rama que es más reciente y la llamamos agricultura de precisión. Pues bien, es ahí donde las tecnologías de la información empiezan a mezclarse con Analytics, Inteligencia Artificial, etc., dando paso al surgimiento de soluciones nuevas muy prometedoras.”
El CEO de Logicalis para América Latina confesó que todos los grandes grupos del sector agrícola hoy día ya tienen esta visión y se encuentran experimentando con este tipo de soluciones tecnológicas, aunque todavía no se implemente a gran escala.
“Tenemos varios casos de negocios de agricultura de precisión. Y nos encontramos con muchas empresas pequeñas que están buscando por ejemplo cómo poner los fertilizantes y otros químicos de manera más eficiente, más sustentable; cómo identificar el ganado para que la carne tenga un sello de calidad y que el consumidor sepa de dónde procede, qué tratamiento se le dio al animal, etc. En este sentido están surgiendo cosas muy interesantes en la región y nos encantaría ser parte de este proceso acá en Paraguay también.”
La empresa ya aplica en países vecinos algunas soluciones orientadas al sector, como por ejemplo un globo que brinda conectividad en áreas remotas y que integra sensores que pueden recolectar datos sobre la humedad, temperatura, viento, lluvia,… los cuales permiten mejorar la gestión de los recursos en pos del aumento de la productividad y el cuidado del medio ambiente.
Las soluciones del Internet de las Cosas y el uso de sensores pueden ser utilizados como herramientas de seguridad para evitar accidentes o riesgos en áreas remotas. Un ejemplo de esto es la detección de apertura de puertas o barreras, alertando si la persona que ingresa posee el equipo reglamentario. Además, la integración de maquinarias agrícolas con sensores permite identificar ruidos anormales, vibraciones y cambios en el funcionamiento para realizar trabajos de mantenimiento predictivo, anticipándose a fallas o problemas. Por solo mencionar algunos ejemplos.
Sin conectividad no hay transformación digital
El gran problema del campo es su falta de conectividad. La transformación digital no es posible sin dicha conectividad. Es por ello que Rodrigo reconoce este problema de toda América Latina, como una barrera importante para el desarrollo de la agricultura de precisión.
“Hoy las operadoras de telecomunicaciones tienen dificultades para cubrir las áreas de plantación más remotas. La tecnología para la agricultura de precisión necesita de muchos sensores para hacer las mediciones, y el transporte y procesamiento de esta información es un desafío. Tenemos algunas soluciones de transporte de información de pequeños anchos de banda, pero sigue siendo un gran desafío.”
La conectividad en el campo suele ser satelital, lo cual es “caro y poco eficiente”, según el especialista. Esto puede ser suficiente para la demanda que existe ahora, pero “para lo que se viene hay que pensar algo nuevo y ahí hay una discusión muy interesante en la que participan gobiernos, proveedores de servicios y el sector agrícola, los cuales tienen que sentarse juntos para encontrar soluciones.”
“Todo esto es muy reciente en América Latina. En EEUU hay toda una industria de telecomunicaciones especializada en áreas rurales. En Europa, la geografía ayuda porque hay muchas pequeñas ciudades y las extensiones de tierra no son tan grandes. No es como aquí en América Latina, donde existe concentración de personas en grandes ciudades y después enormes áreas remotas para la agricultura. Yo creo que en 5 años vamos a ver muchas operadoras enfocadas en ese nicho rural en la región. Creo que será una tendencia natural del mercado, dada la demanda.”
(MA)