En cuanto a los componentes del ICC, el Índice de Situación Económica (ISE) presentó un valor de 37,6, superior en 2,4 puntos al valor registrado en mayo del año pasado e inferior en 2,2 puntos con respecto al mes anterior. Por su parte, el Índice de Expectativa Económica (IEE) alcanzó un resultado de 68,3, que supera al índice del mes anterior en 2,5 puntos, e inferior al valor registrado en abril de este año en dos puntos.
Según Wildo González, chief economist de Puente Casa de Bolsa, una parte importante del mantenimiento del ICC en zona optimista se sustenta en los buenos datos continuos del mercado laboral, especialmente con el buen ritmo de creación de empleo asalariado. “Esto permite que las familias tengan buenas perspectivas respecto a la expectativa y situación de su hogar y situación personal en los próximos meses”, dijo.
Otro elemento importante para lograr una mejora en la confianza de los consumidores, según González, tiende a ser el comportamiento de la inflación. A pesar de las sorpresas de meses recientes, el comportamiento de la inflación, inferior a lo observado el año pasado, logró recomponer los ingresos laborales en términos reales, mejorando la capacidad de compra de las familias.
“Es importante aclarar que, a pesar de que en términos macro la creación de empleo asalariado pudo sostener los niveles de consumo y, por ende, el optimismo de los consumidores, la creación promedio reciente de empleo asalariado, entre 70.000 y 80.000 empleos por trimestre, no es suficiente para lograr una mejora significativa en la percepción y realidad de los ingresos laborales de las familias”, indicó el economista.
Los indicadores disponibles sugieren que el repunte de la confianza del consumidor puede haberse traducido en un comportamiento positivo del consumo, particularmente en el sector de bienes duraderos.
Repunte de las ventas de bienes duraderos
El Estimador de Actividad Empresarial (ECN) de abril mostró un aumento interanual del 15,2%, lo que indica una recuperación de la contracción de marzo. En particular, las categorías de bienes duraderos, como los electrodomésticos y las ventas de automóviles, mostraron un crecimiento significativo, lo que sugiere una posible tendencia sostenida.
En cuanto al impacto, González mencionó que la confianza del consumidor influye en las decisiones de inversión de las empresas, aunque no es el factor determinante. Las inversiones empresariales se basan en consideraciones a mediano y largo plazo, vinculadas al desempeño económico esperado y a tendencias observadas por los empresarios.
“Sin embargo, una alta confianza del consumidor puede incentivar inversiones a corto plazo, ya que refleja un optimismo que podría indicar a los empresarios que sus proyecciones y decisiones de inversión están bien encaminadas”, detalló.