Se trata de un acogedor local ubicado sobre Cerro Corá, casi Antequera, donde cada detalle tiene alma. Detrás del emprendimiento está Lilian Ortiz Eren, una paraguaya que, inspirada por su historia de amor con un ciudadano turco, decidió abrir un espacio donde convergen culturas, sabores e historias.
“El Sultán Turko nació del cariño y del deseo de compartir lo que vivíamos en casa: preparar café turco, cocinar recetas tradicionales, hablar de nuestras raíces. Mi esposo siempre me llamó ‘sultán’ y yo a él ‘mi turco’. Así fue que nació el nombre, inspirado en nuestra relación y en su cultura”, contó Lilian.
El proyecto comenzó en noviembre de 2023 en Capiatá, pero pronto creció. En agosto, El Sultán Turko cumplirá su primer año en Asunción, con una comunidad fiel que disfruta de los sabores e incluso comienza a saludar en turco. “Muchos ya vienen hablando algunas palabras. Es algo hermoso de ver, jamás me voy a arrepentir de haber creado este lugar”, dijo.
Aunque el espacio aún se considera más una cafetería que un restaurante, la variedad de opciones sorprende. Desde el tradicional café turco (Türk kahvesi) hasta el té negro Çay, cada bebida se acompaña con una selección de dulces típicos como baklava de nuez y pistacho, şekerpare, helva de sémola, torta húmeda de chocolate al estilo turco, postres con cítricos y, por supuesto, el emblemático lokum, también conocido como Turkish delight, elaborado por pedido con jugos de fruta y nueces.
En la parte salada destacan los kebabs de carne, pollo, mixtos y también de cordero, así como el köfte, el dolma (pimientos o hojas de repollo rellenos) y el pide, una especie de pizza turca con forma alargada que suele servirse con huevo. Todo puede acompañarse con ayran, una bebida refrescante a base de yogur natural.
Los ingredientes clave, como el té y el café, son traídos directamente desde Turquía, garantizando autenticidad en cada preparación. “El café turco con baklava es el dúo preferido de nuestros clientes. Lo hacemos nosotros, con amor y sin apuros. Y cada vez más personas vuelven, recomiendan o piden nuevos sabores. Es una alegría ver cómo algo tan tradicional puede conectar con tantas personas”, expresó.
Con planes de viajar próximamente a Turquía para traer más elementos de decoración y enriquecer la ambientación del local, Lilian aseguró que esto recién empieza. “Mi mente está llena de planes. El Sultán Turko es mi forma de compartir una cultura que amo y honrar una historia personal muy especial”, concluyó.