“En el 2004, junto con mis hijos, nos preguntamos cómo podríamos lograr cumplir nuestro sueño americano, ¿en qué somos buenos? ¿qué sabemos hacer? y, por supuesto, lo más importante: ¿qué es lo que nos gusta hacer? Llegamos a la conclusión que amamos comer nuestra comida paraguaya; el bife a caballo, un puchero, las empanadas, un mbeju, un suculento vori vori y el rico cocido con chipa para nosotros es lo máximo”, cuenta Nancy Ojeda, propietaria de I Love Paraguay Restaurant.
Este lugar es un pedacito de Paraguay en Nueva York. “Queremos que todos nuestros compatriotas puedan venir a saciar la nostalgia que nosotros mismos teníamos”, dice Nancy. Aprovechando que su esposo (Carlos Ojeda) y ella ya tenían experiencia en la gastronomía decidieron lanzarse a esta aventura sin pensar dos veces. “Primero abrimos una pequeña deli paraguaya (una tienda de delicatessen) llamada Little Paraguay Deli (Pequeño Paraguay) donde la clientela era exclusivamente paraguaya y que durante tres años fue muy exitosa”, relató.
Luego de tres años ya estaban listos para crecer. “Tuvimos la oportunidad de vender la deli y así en julio del 2007 abrimos I Love Paraguay Restaurant, en Queens, donde se concentra la mayor cantidad de compatriotas”, explicó Nancy. “Mi hija Natalia, su esposo, mi hijo Fabricio y su esposa también ayudan con el negocio. Toda la familia está involucrada de alguna manera”, señaló.
En este local nada es improvisado. Nancy cuenta con un masterado en repostería. “Soy la primera promoción de Máster en Repostería con Aida de Hutteman, además tengo título en cocina paraguaya con la profesora María de los Ángeles de Villamayor; y de panadería en la Primera Escuela de Panadería O'Hara. Ya me estaba preparando sin imaginar siquiera dónde lo iba a necesitar”, expresó.
Desde Paraguay Nancy llevó su pasión por la cocina a Estados Unidos. Durante los años 90 fue dueña de su primer restaurante llamado Petti Amour, sobre Félix Bogado, luego abrió una hamburguesería y también una cantina en una escuela del centro de Asunción, es decir, se fue a Norteamérica a hacer lo que sabía hacer.
Para Nancy su restaurante es un lugar familiar, donde son bienvenidos los niños, jóvenes, y adultos de todas las nacionalidades. “Queremos fomentar un ambiente tranquilo, en donde se pueda venir a comer nuestras delicias en familia. Al principio nuestra clientela era mayormente de la comunidad paraguaya. Hoy en día tenemos una mezcla de nacionalidades que nos visitan diariamente. La curiosidad de nuestras comidas los atrae, pero el sabor y la excelente atención de los que trabajan aquí hacen que regresen siempre”, manifestó.
Exclusivamente comida paraguaya
Las empanadas son las estrellas de la casa. “Los caldos de vori vori, soyo, puchero, poroto kesu con tortillitas y la sopa pescado son degustados hasta la última gota. Las parrilladas y carnes también son una buena opción. Y la sopa paraguaya y el chipa guazú son infaltables para abrir el apetito mientras ordenan el plato principal. El cocido, el mbeju y la chipa almidón es lo más requerido para las mañanas y tardes frías de Nueva York. En el verano también se disfruta del iced cocido, con pastafrolas y alfajores”, indicó Nancy.
Nuestra compatriota nos comentó que el consumo de las delicias paraguayas poco a poco fue aumentando. “A medida que más gente nos iba conociendo y recomendando fuimos creciendo. Empezamos solo sirviendo a la comunidad paraguaya, luego alrededor de nuestro barrio y así, con el tiempo, hasta el New York Times y ABC News se dieron cuenta de nuestra capacidad y las delicias que ofrecemos”, resaltó.
El camino recorrido no fue fácil, pero cuando uno hace las cosas con pasión y excelencia sí se puede. Nancy consideró que no hay fórmula hecha para todas las cosas, pero mientras haya pasión, se puede llegar a algo bueno. “Todo trabajo tiene sus desafíos. Aquí tuvimos que aprender las leyes que impone la ciudad de Nueva York para manejar este tipo de negocio; entrenar al personal es la parte más ardua, así como sobrellevar los años difíciles de la economía estadounidense, entre otras cosas”, reveló. Actualmente tienen a 13 personas trabajando en el local.
La emprendedora paraguaya declaró que diariamente aumenta su clientela, entre los que se sientan a comer y los que llevan para comer a sus casas. “Hoy en día recomendamos a nuestros clientes que deben hacer una reserva para los fines de semana, ya que el salón está lleno siempre y corren el riesgo de no conseguir mesa”, puntualizó.
Finalmente, Nancy afirmó que como familia están muy contentos y agradecidos por llegar a donde llegaron. “Abrir sucursales siempre está en nuestros planes, pero lleva su tiempo”, especificó. “Nos visitan de todas partes del mundo, y de Estados Unidos en especial los fines de semanas. Esto nos hace feliz, en especial aquellos que están de vacaciones y que, a pesar de su corto tiempo de estadía en Nueva York, se hacen de tiempo para venir a conocernos y llevar un lindo recuerdo de haber visitado un pedacito de Paraguay en pleno New York”, concluyó.
El local se encuentra en 43-16 Greenpoint Ave. Sunnyside, Queens, New York. Para más información visitá su web: www.ilovepy.com http://ilovepy.com/ @iloveparaguayrastaurant