De hecho, tanto la cámara del iPhone 6 como las de algunas unidades del Galaxy S6 utilizan sus sensores de imagen. La empresa gana 20 dólares con cada iPhone 6 que vende Apple. Pero su influencia también se extiende al terreno de las cámaras fotográficas, pues marcas como Nikon o Pentax recurren en ocasiones a sensores de Sony. La única gran empresa de fotografía que aún se resiste es Canon.
Esta supremacía hace que se analicen con lupa aquellas cámaras de Sony que muestran tecnologías innovadoras, pues a veces marcan tendencias en el sector. La última que ha suscitado interés es la Sony A7R II.
Su interés radica en su sensor retroiluminado de fotograma completo, el mismo tamaño que un negativo de 35 milímetros, con 42,4 megapíxeles. El objetivo de esa elevada resolución es competir con las recientes réflex de 50 megapíxeles de Canon, pues las EOS 5DS R y EOS 5DS disponen de un sensor del mismo tamaño que el de la A7RII y están a la venta por un precio similar a esta. La única diferencia entre los dos modelos de Canon estriba en que la 5DS no cuenta con un filtro para evitar el efecto muaré, pero a cambio logra imágenes más nítidas. Una característica que comparte con la Sony A7R II.
Entre las muchas diferencias que existen entre estos modelos de Sony y Canon, una resultará insignificante para algunos y crucial para otros: la A7R II es una cámara sin espejo, por eso equipa un visor electrónico en lugar de uno óptico. Aunque ese componente ha sido mejorado en este modelo, los visores electrónicos suscitan ciertas suspicacias entre algunos fotógrafos, como quedó patente cuando Olympus lanzó la OMD EM-5.
Estas tres cámaras de muy alta resolución están pensadas para fotógrafos profesionales que necesitan obtener imágenes con un gran nivel de detalle, como quienes se dedican a realizar fotografía publicitaria de productos y paisajes, aunque Sony también se dirige a los realizadores de vídeo y cineastas, pues la A7R II es capaz de grabar vídeo 4K con funciones profesionales.
Tres nuevas cámaras compiten en la frontera de los 50 megapíxeles
Ante las enormes pérdidas registradas en 2014, Sony se refugia en un terreno que le es favorable: la producción de sensores de imagen. Tal es su importancia en este sector que la empresa fabrica más del 40% de estos componentes para toda clase de cámaras, entre ellas las de numerosos teléfonos móviles y tabletas...