“Muchas empresas se reinventaron porque vieron afectados los rubros a los que se dedicaban, por la situación misma de la pandemia de coronavirus, por las restricciones, y se volcaron a la fabricación de productos y a brindar servicios de limpieza. Como no tienen formalizada la parte tributaria, la laboral, pueden ofrecer un servicio similar a un costo mucho menor”, afirmó Daniel Matto, gerente general de All Clean.
Pero muchas de estas iniciativas terminaron siendo temporales, por carecer de la fuerza de una estructura con años de formación, por lo que los clientes que optaron por contratar sus servicios al final debieron recurrir nuevamente a las firmas ya consolidadas, pues la calidad de la prestación de las nuevas quedó lejos de la de las empresas formales.
“Quedaron pocos negocios nuevos; calculo que no llega ni a 20% los que hoy continúan y van a permanecer dentro del rubro. Es que es gente que se dedicó a esto para salvar la situación y que no se pueden mantener porque el cliente que contrata sus servicios más temprano que tarde se da cuenta de que la calidad no es la misma”, explicó Matto.
Sobreviviendo
La pandemia golpeó fuerte en algunos sectores, como el de la gastronomía por ejemplo, pero las empresas de limpieza sobrellevan la situación sin demasiados sobresaltos, sobre todo las que, como All Clean, no tiene entre sus clientes a firmas afectadas por la crisis, ni que hayan optado por contratar los servicios de otra limpiadora.
“Nosotros tenemos una trayectoria de más de 20 años, por lo que tenemos una fidelización muy alta de nuestros clientes. Tenemos una cartera de clientes que ya hace más de 10 años que están con nosotros y otros que se van sumando”, señaló el empresario.