Ramírez explicó que la ciudad vive una revalorización inmobiliaria continua, y que actualmente se posiciona como “el segundo gran polo inmobiliario del país”. El crecimiento no se limita a la construcción, sino que abarca una nueva dinámica económica marcada por la aparición de complejos comerciales modernos. “Hoy contamos con referentes que trascienden fronteras que ofrecen experiencias de compra premium y generan movimiento, consumo y empleo. Alrededor de ellos crecen lotes, viviendas, oficinas y hoteles”, resaltó.
El auge se refleja también en los precios. Según la bróker, el metro cuadrado ronda los US$ 1.400, dependiendo del tipo de desarrollo. “Tenemos proyectos para distintos públicos: desde edificios de alto padrón, como el Grand Saphira hasta unidades más orientadas a estudiantes o alquileres temporarios. Ciudad del Este hoy representa lo que fue Asunción hace diez años”, afirmó.
La infraestructura acompañó este proceso. Las nuevas obras viales y los proyectos logísticos impactaron directamente en la valorización de los terrenos. “Ciudad del Este ya no se percibe solo como un destino de turismo de compras. Familias enteras, especialmente del Brasil, están migrando para vivir aquí, buscando seguridad, áreas verdes y comunidad. Muchos padres que enviaban a sus hijos a estudiar ahora se instalan definitivamente”, explicó.
Para Ramírez, el atractivo de la región se sustenta en su ubicación estratégica trinacional, su rentabilidad sostenida y un mercado real, no especulativo. “Las familias pueden vivir en Ciudad del Este, hacer sus compras en Foz de Iguazú y salir a cenar en Puerto Iguazú. Esa conectividad hace única a nuestra región”, destacó.
Respecto a la tecnología, la ejecutiva consideró que esta potenció la labor inmobiliaria. “Hoy el cliente llega con información previa gracias a las redes y portales digitales. Nuestro trabajo es aportar valor humano: acompañar con estudios reales de mercado y dar seguridad en cada decisión”.
Mirando al futuro, la empresaria se mostró optimista. “Estamos viviendo el auge del sector. En los próximos diez años habrá un crecimiento enorme, sobre todo con la llegada de nuevas industrias. En septiembre se realizó una expo de negocios entre Paraguay y Brasil, donde grandes empresarios vinieron a ver oportunidades de instalación. Cuando las industrias se instalan, necesitan residencias y oficinas; eso significa expansión para todos”, sostuvo.
Finalmente, Ramírez aconsejó a los inversores que deseen ingresar al mercado esteño hacerlo de la mano de profesionales capacitados. “El primer paso es trabajar con agentes formados. En nuestra oficina, 14 de nuestros 80 agentes cuentan con certificación internacional en propiedades comerciales. Eso marca la diferencia a la hora de invertir con confianza”, concluyó.