Iván Airaldi, representante de la Cámara de Mipymes de Ciudad del Este, expresó que la frontera no debe cerrarse porque se cumplen con los protocolos sanitarios exigidos en el ingreso al centro y porque es el comercio el sostén principal de su economía.
Según Airaldi, habitualmente son las empresas que asisten financieramente a la población afectada por el COVID-19, sea con aportes a hospitales, con ayudas particulares o inversiones de algún tipo en el aspecto sanitario.
"El comercio de frontera sostiene laboralmente a más de 300.000 paraguayos, que llegan a sus puestos de trabajo en comercios o incluso en la vía pública. Todos los días buscan el sustento para sus familias, entonces sería sumamente grave dejar a esas personas sin recursos", advirtió.
De igual forma, Airaldi remarcó que únicamente piensan en cuidar todos los protocolos, para retornar a la normalidad cuanto antes, “porque mientras más se extienda la situación, menos visitantes circulan y más baja la facturación”, añadió.
Al mismo tiempo, instó al Gobierno para que agilice los trámites para inmunizar a la población e incidir así en el plan de reactivación.
No pasa solo en la frontera
Por otra parte, el empresario Tony Santamaría, presidente de la Federación de Cámaras de Ciudad del Este (Fedecamaras), expuso que entienden las declaraciones de médicos que solicitan el cierre de fronteras para evitar más contagios, pero que existen otros que recuerdan que el contagio más importante es comunitario y que países de todo el mundo están viviendo su segunda o tercera ola a pesar de las restricciones.
"Una cuestión es que las personas no están respondiendo con altura a las responsabilidades, ya que no se lavan las manos frecuentemente, no usan mascarillas en encuentros sociales o cotidianos, no respetan el distanciamiento mínimo. Pero todo esto no es exclusivo de la frontera", aseguró.
Santamaría consideró que existe deficiencia en la gestión sanitaria, en la infraestructura de centros de salud, en la compra de medicamentos y en la adquisición de vacunas. Entonces, el empresario recalcó que el peligro real no está directamente relacionado a la frontera con Brasil.
Este año, las empresas de CDE estaban con un nivel de facturación de entre 20% y 40%, pero si se cierra esta vía, “la facturación caerá estrepitosamente y llevará a un probable colapso financiero a cientos de empresas y a miles de colaboradores”, declaró.
"El comercio está ligado a la salud, porque incide directamente en el bienestar de las personas. Entonces instamos al diálogo entre el personal de blanco, el Gobierno y los comerciantes, porque no existe un estudio que demuestre que el foco de contagio central fue la frontera abierta o los comercios de nuestra zona", finalizó Santamaría.