"En mi perspectiva, la primera decisión que debemos tomar para practicar el ahorro es adherirnos al argumento clásico del ahorro: Guardo lo que deseo ahorrar y en función a lo que me queda cubro mis necesidades", explicó el CEO de Fortaleza, Francisco Gómez, quien además recordó que aquellos gastos destinados al lujo deberían formar parte de la última línea de consumo.
Para Gómez, es importante saber diferenciar entre la inversión y el ahorro, ya que en cierta forma existe una delgada línea que las separa. "Inversión es todo lo que nos puede generar un revalúo, como por ejemplo las propiedades, los terrenos, los inmuebles y las colocaciones en el mercado financiero", detalló.
En el caso de los inmuebles -donde Fortaleza posee su expertise-, Gómez consideró que los inmuebles podrían considerarse como un consumo, sin embargo, históricamente funcionaron como inversiones porque pueden usufructuarse para generar un revalúo
Los inmuebles y el consumo inteligente mantienen bastante relación, ya que esta modalidad o hábito consiste en que las personas aprovechen el momento y la oportunidad para obtener un beneficio en términos de precio. Aparte, permite que en el corto plazo se cubran necesidades básicas y a la larga obtener más lujos "innecesarios". Los ahorros de inversión inmobiliaria categóricamente son uno de los caminos que se pueden tomar para mantener el consumo inteligente.
"No podría tirar un porcentaje exacto de lo que se tiene que destinar al ahorro porque mientras más grandes son los ingresos, probablemente el consumo en términos porcentuales es menor", opinó Gómez. Entretanto, el CEO de Fortaleza enfatizó que lo importante es iniciar el hábito del ahorro porque todos estamos sujetos a diferentes tipos de contratiempos.
"Hay que crear un fondo de reserva porque no siempre estaremos sanos o con todas las necesidades cubiertas o sin cosas descompuestas. También es importante que esas reservas se mantengan ordenadas", indicó. El principal impacto de tener los ingresos y los egresos ordenados, según Gómez, definitivamente es la tranquilidad para tomar decisiones.
"Para conseguir la creación de un fondo de reserva hay que construir. Lo recomendable es registrar todo lo que uno gasta y con el tiempo uno gana mayor conciencia", manifestó.
Se cambiaron las prioridades
En lo que respecta a la realidad modificada por la pandemia, Gómez reveló que lo que ocurrió fue que las prioridades, en términos de consumo, cambiaron. "La situación que tuvimos priorizó la inversión y la liquidez, esto no quiere decir que un modelo de administración de gastos sea mejor que otro, solo que las cuestiones inesperadas nos volvieron más inseguros", concluyó.