La Cámara de Comercio Paraguayo Uruguaya (CCPU) cierra “un muy buen 2022, un año de reactivación porque, como a todas las cámaras, la pandemia nos pegó duro, tuvimos una recuperación de nuestra masa social, llegamos a 45 socios, que es el promedio histórico; después de la pandemia nos habíamos achicado y ahora logramos recuperarnos sin hacer muchas acciones grandes”, afirmó Sebastián Pérez, presidente de la entidad.
El titular de la cámara adelantó que en el 2023 tratarán de recuperar a los socios que dejaron de participar en la organización durante la pandemia y que harán una búsqueda más agresiva de en otros sectores nuevos de uruguayos que están invirtiendo en Paraguay y de paraguayos que deseen invertir en Uruguay.
“Hay sectores a los que la cámara todavía no ha llegado, a una gran cantidad de uruguayos en negocios agropecuarios. Otro sector que viene creciendo sostenidamente desde hace unos siete años es el de las inversiones inmobiliarias”, refirió.
Otras 17 empresas del sector de la construcción (arquitectura e ingeniería), y de servicios de software y tecnología, que son rubros “que están desembarcando hace algún tiempo con mucha fuerza”, manifestaron recientemente su interés de radicarse en Paraguay.
Un negocio que en el futuro cercano será de interés para paraguayos y uruguayos es el de la forestación, a partir de la puesta en operación de la fábrica de celulosa Paracel, que demandará una mayor superficie forestada para abastecer a la planta.
“En eso Uruguay tiene una enorme experiencia porque tiene políticas de Estado de incentivo a la forestación que ya vienen desde la década del 90, y conoce muy bien todo lo que es la logística de la planta, desde la siembra de un árbol, el mantenimiento durante el crecimiento de los árboles, la cosecha, la logística de transportar la madera hasta la planta y de ahí a los puertos”, explicó.
En cuanto a posibilidades de exportación desde Paraguay, Pérez señaló que un producto que ya le vendemos a Uruguay, pero que podría crecer, es la carne, porque ese país tiene mercados como el de EE.UU., China, y Japón, destinos de la mayor parte de sus cortes.
“Eso abre el mercado para la carne paraguaya, pero que tiene que competir con otras carnes de la región, como la brasileña. Hablamos no solo de carne bovina sino también de cerdo”, añadió. Uruguay es el sexto destino de la carne paraguaya con 2.710 toneladas, algo más del 2% del total exportado entre enero y mayo de este año, que alcanzó casi 127.400 toneladas.
Otra área a explorar, pero un poco más difícil de ganar es el de la yerba mate. En este caso Paraguay debería producir el tipo que se consume en Uruguay, que es casi en un 100% de origen brasileño.
“Es una industria que debería transformarse para el gusto de los uruguayos porque puede ser muy competitiva por los costos”, manifestó Pérez. Uruguay importa unas 34.000 toneladas de yerba al año, mientras que Paraguay produce 50.000 toneladas anuales, de las cuales exporta 20.000.