Haciendo un balance de los 8 años, ¿cuál es tu evaluación respecto al desempeño de la agencia? ¿Se cubrieron tus expectativas, tanto en lo profesional como en lo personal?
Se superaron. En estos ocho años la agencia viene pasando por un proceso natural y ordenado de aprendizaje a raíz de una observación analítica del entorno, del ambiente, tendencias y demás factores que nos posibilita de manera constante implementar planes de trabajo para nuestros clientes y nosotros mismos. Personalmente, estoy contento de contar con un equipo multidisciplinario alineado a la misma premisa, dar lo mejor de sí mismo. Hay mucho trabajo por delante e hitos que conquistar, vamos a seguir dando lo mejor, paso a paso para seguir creciendo con responsabilidad y constancia.
¿Cómo encontraste el mercado hace 8 años y cómo lo ves hoy?
Encuentro un mercado mucho más exigente, no solo en términos de comunicación sino en resultados tangibles y cuantificados. Las marcas quieren y necesitan optimizar sus recursos y rentabilizar al máximo sus inversiones a la par de contar con un contenido realmente relevante para la audiencia. La tarea no es fácil, las publicidades dejaron de ser enlatadas para ser diseñadas a medida, compitiendo contra un contenido diversificado desde su origen, difusión, mensaje y lenguaje. Un niño de 8 años es el anunciante mejor pagado de YouTube con 17 millones de suscriptores facturando US$ 22 millones. Contra él competimos en parte las agencias. Ese cambio de mentalidad cambió totalmente el discurso, lo que se dice, cómo se dice, cuándo se dice y por qué se dice. Creo que las marcas ya entienden eso, en lo que a mí respecta, la relación cliente y agencia fue cambiando de manera positiva. Mediante una dinámica más participativa en la cual nos retroalimentamos de ambas partes y de varias áreas para llegar al mejor resultado.
Respecto al futuro, ¿qué se viene en Garabato MullenLowe?
Seguir aprendiendo, de todas las disciplinas posibles, arte, ciencias sociales, técnicas varias, entre más aprendamos sobre la vida mejor la entendemos y mejor la ilustramos a través de mensajes asociativos altamente emocionales. Para mí esta es la clave. A través del aprendizaje y aplicación de lo entendido, creo que la reinvención viene sola, de manera orgánica. Por el momento vamos a seguir en este camino, hacer lo que hacemos pensando de manera disruptiva y lograr así generar un nivel desmedido de atención para nuestros aliados.