Uno de los temas centrales de la jornada fue el reciente ascenso de Paraguay a la categoría de grado de inversión, un hito significativo para el país, que durante años estuvo al borde de una calificación negativa. Cristiane Spercel, directora de Infraestructura Latam de Moody’s, explicó que este reconocimiento refleja el robusto crecimiento económico de Paraguay y su resiliencia frente a choques externos. Además, destacó las mejoras en el entorno fiscal y la fortaleza de las instituciones como pilares de este avance.
“Este es un gran logro para un país que hace 20 años estaba con una calificación CWA1, al borde de un depósito, y ahora su calificación CWA3, lo que refleja un historial de mejora continua”, afirmó Spercel. La diversificación económica y las inversiones en infraestructura fueron elementos cruciales para fortalecer la posición fiscal de Paraguay.
Spercel señaló que las perspectivas son positivas: se espera un crecimiento económico del 3,5% en los próximos años, con potencial para ser aún más alto si las políticas de atracción de inversión extranjera logran consolidarse. El enfoque en infraestructura como motor del desarrollo económico fue reiterado por la experta, quien subrayó que “no existe crecimiento económico sin un crecimiento en infraestructura”.
A pesar de los avances, el país enfrenta desafíos significativos, como la volatilidad de las materias primas, los cambios climáticos que impactan la agricultura y la producción hidroeléctrica, y las deficiencias en áreas clave como educación y productividad laboral. Sin embargo, Spercel destacó que Paraguay cuenta con ventajas competitivas, como su producción de energía renovable a costos competitivos, una fuerza laboral joven y bajos impuestos corporativos, lo que lo posiciona favorablemente para atraer inversión extranjera.
Otro factor que impulsa la inversión es la moderada carga de deuda del país, lo que le permite explorar financiamiento para proyectos de infraestructura. En este sentido, se están explorando innovadores métodos de financiamiento que incluyen asociaciones público-privadas (APP), una estrategia que podría ser crucial para el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura.
Por su parte, James P. Scriven, gerente general de BID Invest, hizo énfasis en la importancia de la previsibilidad, la seguridad jurídica y la infraestructura para los inversores. Scriven destacó que la reciente mejora de la calificación crediticia de Paraguay ha atraído la atención de inversionistas, que antes no podían considerar al país como una opción viable.
“La capacidad de invertir con seguridad jurídica es vital, y hoy más que nunca, Paraguay está mostrando un entorno favorable para la inversión”, señaló Scriven, quien también destacó el trabajo conjunto del BID con el gobierno paraguayo en el desarrollo de proyectos de infraestructura, como el de la Ruta 1.
Además, Scriven mencionó que el modelo de asociaciones público-privadas en Paraguay podría expandirse más allá del sector de infraestructura, abriendo la puerta a inversiones en áreas como agua, saneamiento, salud y educación, tal como se ha hecho en otros países de la región.
El gobierno paraguayo, a través del Ministerio de Obras Públicas, presentó su ambicioso Plan 2028, que contempla una inversión de US$ 5,5 mil millones en proyectos estratégicos para el país. Según Spercel, el financiamiento de estas iniciativas será crucial para el desarrollo del país. “El gobierno está explorando diferentes fuentes de financiamiento, incluidas las asociaciones con el sector privado y los bancos multilaterales, lo que permitirá avanzar con los proyectos de infraestructura”, agregó.
Uno de los acuerdos más significativos para Paraguay es el logrado con Brasil sobre las tarifas eléctricas, que se traducirá en un aumento de ingresos de US$ 200 millones al año. Estos fondos se destinarán a mejorar la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica, lo que permitirá al país aprovechar mejor su capacidad hidroeléctrica a largo plazo.
El Foro Latinoamericano de Infraestructura subrayó la relevancia de las inversiones en infraestructura como motor del crecimiento económico y la competitividad de Paraguay en la región. Con un entorno regulatorio en mejora, un enfoque estratégico en asociaciones público-privadas y una agenda de inversión en proyectos clave, Paraguay se perfila como un destino atractivo para la inversión extranjera. Sin embargo, los desafíos persisten, y la continua evolución del marco legal y la mejora de la infraestructura serán esenciales para consolidar el éxito a largo plazo.