“La fundación trabaja desde el año 2012 y se originó como un proceso a partir de que el banco percibió la importancia de poder, desde un lugar más cercano a la gente, realizar acciones que generen una responsabilidad social corporativa de mayor impacto. Desde este año contamos con personería jurídica propia, antes éramos una unidad del banco y ahora somos independientes” expresó Alexandra Niz, directora de Fundación Itaú.
La institución cuenta con dos ejes de operación que son: la educación y la cultura, por lo que todos los proyectos que ejecuta, están centrados en estos temas pero son desarrollados desde los más variados enfoques como, la música, el teatro, la danza, el ambiente, entre otros. Según la directora, los que se encargan de la implementación de los programas son los organizadores, mientras que el trabajo de la fundación se basa no solo en un apoyo financiero, sino que se realiza un acompañamiento en la elaboración del plan desde el inicio.
“Los proyectos generalmente están abocados a todo lo que sea transformar la realidad de las personas. Tenemos proyectos que pueden impactar a 10 personas así como en la vida de 100.000. Lo que nosotros hacemos no es simplemente por responsabilidad empresarial, lo hacemos porque realmente creemos en las causas con las que nos asociamos. Hoy tenemos 37 aliados y arrancaremos el 2019 con 40 y estos 40 tienen una variedad impresionante”, manifestó Niz.
Buscando llegar a todo el país
Las actividades se llevan a cabo mayormente en el departamento Central pero cuentan con planes de llegar al interior del país durante los años 2019 y 2020. Actualmente, junto a la Fundación Dequení desarrollan un programa de lectoescritura en la ciudad de Caaguazú, beneficiando de esta manera a toda una comunidad. También llegarán por primera vez a la región del Chaco con el proyecto denominado cine móvil, con el que llevarán el cine a más de 168 ciudades que nunca accedieron a uno.
Cabe destacar que en la actualidad, la fundación favorece a más de 200.000 personas y trabaja con organizaciones e instituciones como Asociación Tierranuestra, Fundación Ricardo Migliorisi, Centro Cultural del Lago, Asociación Cantarte, ASOMAR, DENIDE, Fundación Arlequín, Fundación Arranco, El Cántaro, Sonidos de la tierra, entre muchas otras. Durante el año 2017, invirtieron 9.887 millones en todas las acciones impulsadas desde el área de sustentabilidad.
Nuevos propósitos, la misma visión
Con respecto a los propósitos de la entidad de cara al nuevo año, Niz explicó: “el objetivo del banco es impulsar y estimular el poder de transformación de las personas, lo que nosotros queremos es justamente eso, creemos que este es un país que está lleno de posibilidades y queremos acercarlas a toda la población y que las personas puedan desarrollarse. Seguiremos trabajando en los mismos ejes y estamos mirando la posibilidad de implementar lo que sea innovación y economías creativas que es algo que también nos caracteriza, siempre dentro de las áreas de educación y cultura”.
Además agregó que están evaluando la probabilidad de desarrollar un proyecto que es emblema dentro de lo que es Itaú a nivel regional, que se titula “Leé para un niño”, como proyecto propio.
Por su parte, Alexandra Niz nos comentó que es su primera experiencia a cargo de una fundación. Es comunicadora, posee maestrías en políticas públicas y anteriormente estuvo al frente de la agencia de comunicación Viento Sur. Nos mencionó que su principal desafío como directora de la institución es acercar aún más la fundación a toda la sociedad y que la gente conozca en qué se desempeña.