“Son tres los eventos de heladas muy fuertes que hemos tenido desde finales de junio hasta ahora y perjudicaron bastante a los denominados cultivos de otoño-invierno, que son el trigo, la canola, la caña de azúcar y los hortifrutícolas en general (tomate, locote, lechuga, papa, entre otros), todo por un lado asociado a las bajas temperaturas registradas y también por problemas de déficit de agua, es decir, por falta de lluvias. Hace un buen tiempo que no se están registrando precipitaciones importantes, entonces esto termina afectando y provocando también el atraso de algunas actividades propias de la época que inician con miras a la temporada de primavera-verano”, comentó Mayeregger.
En ese sentido, señaló que en el departamento de Paraguarí, productores de sandía, melón y maíz, no lograron comenzar la siembra a raíz del frío extremo y la falta de lluvias. “Están esperando que venga alguna precipitación que pueda dejar una reserva de agua para la germinación de las semillas. El inconveniente es que como el suelo está muy frío, al sembrar la semilla en estas condiciones, el proceso de germinación demora más y termina siendo un problema para el manejo posterior”, explicó.
Según Mayeregger, la zona sur y centro del país son las más afectadas por las heladas registradas, así como también el Bajo Chaco, mientras que la zona norte también se vio impactada pero en menor escala.
Por el momento no manejan un porcentaje de rubros afectados, pero estiman al menos un 30% de daños. “Estamos hablando de daños no pérdidas, sin embargo, estos números podrían cambiar”, especificó.
De acuerdo con Mayeregger, se espera que las condiciones de clima frío se mantengan durante gran parte del mes de agosto, lo que obviamente podría agravar la situación. “Aparentemente, según los pronosticadores, se habla de nuevas heladas que se estarían presentando este mes, por lo que existe el riesgo que el daño sea mayor. Esperemos que no”, concluyó.